Venezuela cierra el 2023 con la inflación más alta del mundo

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La inflación sigue siendo un fantasma de la economía venezolana. Los cálculos indican que los números, al cierre de 2023, ubican al país como el más inflacionario del mundo, seguido de Líbano y Argentina.

Esta aceleración se representa en números con un aumento del 8,62% al pasar de 240% en 2022 a 260,70% este año, según cifras del economista y profesor universitario José Guerra.

Con esta cifra de tres dígitos, Venezuela se mantiene con la inflación más alta del mundo, aunque esa tasa se corrigió en el mes de noviembre hacia la baja, de acuerdo con las mediciones del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).

Pero esa disminución no tiene sus bases en la aplicación de políticas monetarias que tiendan hacia la estabilidad, sino como una consecuencia de la contracción de la actividad económica del país y de la contracción de la capacidad de compra del salario de los cinco millones de funcionarios públicos en Venezuela, que perciben un salario de 3,57 dólares mensuales, aclaró el también economista, Carlos Ñáñez.

Sus números son mucho más negativos al estimar la inflación en 306%, lo que significa más de 190% de inflación acumulada.

A esto se suma un tipo de cambio que, Ñáñez calcula, cerrará en 40 bolívares por dólar. “Esa no es una buena noticia, porque se mantiene el tipo de cambio a expensas de una hiper contracción del gasto, del crecimiento económico y de una pavorosa crisis en términos del consumo”.

Las proyecciones son que las presiones inflacionarias aumenten en 2024 porque será un año electoral y el gobierno tendrá que hacer gestión, lo que presupone gasto público y, en consecuencia, mayor nivel de inflación.

“También se espera que el tipo de cambio se cuadruplique en función de que el Banco Central de Venezuela no puede seguir sosteniendo una política de postura activa como trader en el mercado financiero”.

Números negativos
En el 2022 la economía creció 10,9%, por lo que las expectativas para el 2023 eran positivas, sin embargo, Guerra anticipa una caída de 1,7%.

En materia de sueldos remuneraciones, este es el año de mayor caída en el poder adquisitivo de los salarios, pensiones y jubilaciones.

“Y en el presupuesto del año que viene sólo se está contemplando un aumento del 10% en salarios y del 70% en bonificaciones que no tienen incidencia salarial”, dijo Ñáñez.


Guerra explicó que las exportaciones petroleras mejoraron, aunque han caído en los últimos meses, pero se ha mantenido en niveles parecidos al 2022, “con el agregado que parte de las exportaciones que hace la empresa Chevron se venden con descuento, lo cual implica algo así como si hubiese habido un incremento en las exportaciones”.

Expectativas petroleras
Para el 2024 todo va a depender del mercado petrolero porque la economía venezolana no tiene fuerzas internas que permitan un crecimiento, “no hay financiamiento, no hay crédito bancario en dólares, la banca recibe dólares, pero no lo puede prestar y, básicamente, la gran restricción es el financiamiento externo y los ingresos fiscales que recibe el país”.

Es por esto que Guerra aseguró que no hay manera de crecer en Venezuela en el 2024, ni los meses que siguen, sin que haya un incremento o nuevos capitales frescos en moneda extranjera, dólares o euros, porque en Venezuela el tema no se trata de financiamiento en bolívares, eso no existe, porque no hay mercado financiero ni hay crédito bancario, se trata de financiamiento en dólares.

“El mercado petrolero el próximo año va a arrancar con precios débiles porque hay preocupación por China, porque la economía se desacelere el próximo año, aunque puede haber un incremento de la demanda por causas de acumulación de inventario, pero Venezuela tiene y debe aumentar la producción petrolera para poder compensar la eventual caída o estancamiento de los precios”.


Ñáñez, quien también es jefe del departamento de teoría económica y profesor de teoría y política monetaria de la Universidad de Carabobo, dijo que si se logra mantener el levantamiento de las sanciones, en función al cumplimiento de los acuerdos de Barbados, “vamos a tener un crecimiento 10% del PIB petrolero en 2024, 9.3% del PIB no petrolero, con más de 200 mil barriles de petróleo producidos, lo cual generará un flujo de caja entre cinco mil millones a 10 mil millones de dólares que no es despreciable”, pero que se utilizarán para financiar el ciclo electoral 2024, que será un año que cerrará con una inflación de 324 puntos y con un tipo de cambio de 120 bolívares por dólar.

Dayrí Blanco/ El Carabobeño