Micro Análisis / Jesús Seguías
1. Muchos de quienes critican al presidente Biden por lograr acuerdos con Nicolás Maduro olvidan que cuando Trump impulsó un golpe de estado para derrocar a “un dictador comunista” en Venezuela el 30 de abril de 2019, ese mismo día y a esa misma hora el mismo presidente Trump estaba estrechando la mano y convirtiendo en su nuevo amigo al dictador comunista más asqueroso del mundo: el norcoreano Kim Jon Un.
2. ¿Esa decisión significa que Trump era comunista y estaba apoyando la opresión totalitaria contra el pueblo norcoreano? No. Lo único que significa es que para todos los presidentes del mundo los intereses nacionales de sus pueblos generalmente sobrepasan los intereses particulares de los demás países. También significa que estar al frente de una jefatura de estado implica ver los problemas desde una perspectiva más global, con menos encasillamientos, más pragmatismo. La gobernanza lo obliga.
3. Donald Trump buscaba lograr neutralizar las pretensiones nucleares de Corea del Norte, mientras que Joe Biden busca superar la crisis política y estabilizar la economía de Venezuela para reducir significativamente la migración masiva y compulsiva de venezolanos hacia los Estados Unidos. Ambos presidentes han estado en la misma onda.
4. La crisis migratoria de la frontera es de alto interés estratégico para los Estados Unidos, especialmente en un año preelectoral. Las elecciones presidenciales de 2024, con un Donald Trump muy cerca de regresar a la Casa Blanca, está generando dilemas existenciales a la sociedad estadounidense.
5. Y ésta no es cualquiera elección. Son una elecciones históricas. Y ese es el foco del liderazgo estadounidense de ambos partidos. Todo lo que dicen y hacen Biden y Trump, los demócratas y los republicanos es pensando en el juego principal. Venezuela tiene presencia accesoria en ese foco.
6. Pero hay una diferencia entre la visita de Trump a Corea del Norte y las acciones de Biden para Venezuela: Jamás Trump le pidió a Kim garantías democráticas para el pueblo norcoreano, mientras que Biden está haciendo un esfuerzo muy grande (comenzando por el Acuerdo de Barbados) para lograr resultados tangibles a la crisis venezolana, a la vez que buscar solución a un gravísimo desafío migratorio en sus fronteras.
7. Criticar a la administración Biden en estos momentos por haber canjeado a Alex Saab por presos estadounidenses en Venezuela, además de levantar algunas sanciones económicas y financieras, revela que muchos opositores siguen entrampados en un inútil modo “denuncia y catarsis”, y no haber aprendido nada durante los últimos 25 años.
8. Todos sabemos que el “todo o nada” ya es una opción descartada en la crisis política venezolana. Que las concesiones dolorosas de cada parte son inevitables para lograr avanzar en una solución a la crisis. Eso lo sabe la Casa Blanca, y el mundo entero también. Y es aconsejable escuchar comprensivamente a la Casa Blanca en este momento.
9. María Corina Machado, la nueva líder de la oposición, ya sabe tanto de esto que aceptó la “sugerencia” de los Estados Unidos de solicitar su habilitación como candidata visitando y apelando al tan condenado Tribunal Supremo de Justicia. Ella ya acepta que la “justicia transicional” es clave para comenzar a encontrar salidas a la crisis. Ya habla de “incentivos” para destrancar el juego. Y si Nicolás Maduro le hubiese asegurado habilitarla como candidata hace dos semanas atrás a cambio de liberar a Alex Saab, adivinen la respuesta de MCM.
10. Entonces el problema de fondo para muchos opositores no es la indignación que les genera que hayan liberado a una ficha clave del gobierno de Maduro sino que no se hayan obtenido mayores concesiones.
11. Pero todos sabemos que las concesiones que se obtienen en todo proceso de negociación no dependen de lo que cada quien desee sino de los poderes que cada quien pone sobre la mesa, y también de las prioridades de cada quien. En este momento las negociaciones con Maduro están en manos de la Casa Blanca. Vía directa ¿Era lo deseable? No. Pero es lo único que queda después que la misma oposición puso en manos de la Casa Blanca de Trump el destino de Venezuela.
12. ¿Acaso María Corina Machado y la oposición en general tienen otro camino distinto al de apostar al éxito de la estrategia de Biden para Venezuela (que apenas está dando sus primeros resultados)? ¿Cuál? ¿Apostar a la victoria de Trump el próximo año? Si Trump llega de nuevo a la Casa Blanca no tengo duda de cuál será su estrategia para el caso venezolano en caso de no resolverse bajo la administración Biden: la misma que aplicó con Kim Jon Un.
Feliz Navidad.
23 Diciembre 2023
@JesusSeguias