Micro Análisis / Jesús Seguías
1. El grupo palestino Hamas entró a Israel y asesinó a más de 1.200 judíos en un solo día. El presidente israelí Benjamín Netanyahu ordenó como represalia entrar en Gaza, y ya van más de 20.000 palestinos (casi la mitad son niños) asesinados en masa. La causa que impulsó a ambos no es la religión ni los derechos territoriales. El odio, la intolerancia y el poder son “la causa”. Todo intolerante lleva a un tirano encajado en su alma y raciocinio.
2. Lo más curioso es que nunca reconocen que son tiranos. Siempre apelan a una “causa superior”. Declaran las guerras, asesinan, torturan, agreden, discriminan a los demás seres en nombre de Dios, de la paz, de la democracia, del nacionalismo, de una “revolución”, de la justicia, de la igualdad, de la misión divina, en fin, de alguna causa noble. Pero en realidad la causa es la obsesión por el poder, es la vanidad personal extrema de un líder, es el fanatismo donde la intolerancia y el odio le dan un matiz aterrador a la “causa”.
3. Pero hoy día el arma más útil y encubierta de los tiranos es la manipulación. Es más poderosa que los látigos, las mazmorras y las ametralladoras, porque hacen creer que todo lo que hacen es por el bien de los demás. Apelan a las emociones, sentimientos y valores de una sociedad para dibujar una falsa realidad. Es sólo “fake news”.
4. Las redes sociales, los medios de comunicación clásicos, y la inteligencia artificial están generando un desafío descomunal a la sociedad mundial. La manipulación de las emociones neutraliza el poder del raciocinio, y a veces hasta terminamos amando y agradeciendo a las tiranías, bien sea de un caudillo, o de una religión, o de una ideología política.
5. Las tiranías más poderosas trascienden a efímeros individuos obsesos del poder. Esos se van rápido. En la historia de la humanidad han existido sacrosantas y milenarias instituciones (llamadas de “movimiento lento”) que tiranizan en nombre de las causas justas. A través de la historia, Dios y sus profetas han sido los referentes más manipulados para tiranizar, y los farsantes religiosos saben que esos sagrados líderes espirituales jamás han sido partidarios de los comportamientos tiránicos que manifestaron luego sus seguidores. Los profetas han sido una excusa.
6. El verdadero poder de Jesucristo, por ejemplo, (y al igual que los profetas Moisés y Mahoma) fue la tolerancia a las diferencias, el perdón, la justicia y el ágape (amor). Después de su muerte física surgieron millones de intérpretes de su mensaje. Pero Jesús ni siquiera escribió la Biblia. Y nacieron miles de tendencias y movimientos que hablan en nombre de Cristo (igual pasó con Mahoma y Moisés). ¿Cuáles son los “verdaderos” y cuáles son los “falsos”?
7. Esa multiplicidad de tendencias del pensamiento dentro de las grandes religiones monoteístas son la mejor demostración de que la diversidad es parte integral e indivisible de la naturaleza humana. Todos llevamos una huella digital en el cerebro.
8. Por tanto, la madre de todos los principios morales consiste en que todos los humanos nacemos libres y diferentes. Y eso debe respetarse. Es un derecho humano. Un cristiano, un musulmán, o un judío que sea intolerante a la diversidad que existe en los seres que habitamos este complejo mundo es un adefesio, es un farsante.
9. Hacer valer y respetar ese principio es la misión vital de todos los políticos y líderes religiosos del planeta. Es la lucha de la libertad humana versus las tiranías. Es la lucha de la democracia contra las autocracias. Estos son los nódulos centrales de la narrativa política y religiosa del presente siglo. Es el mega desafío.
10. Las “derechas” y las “izquierdas” ya no dicen nada hoy día. Son referentes políticos inútiles. Hay tiranos de derecha y de izquierda, y hay demócratas de derecha y de izquierda.
11. Como podemos observar, no sólo las estructuras políticas tienen esos desafíos sino las tendencias religiosas también. La naturaleza humana sigue siendo la misma, pero el nivel de pensamiento y el desempeño de las sociedades es diferente. Estamos frente a una sociedad más civilizada, y comunicada en tiempo real. Por tanto, la gama de respuestas a los fenómenos que surgen debe ser distinta a la de los siglos anteriores.
12. Creo firmemente que el mundo de hoy es infinitamente mejor que el del pasado. Hemos evolucionado mucho. Pero el día que la tolerancia sea la tendencia dominante en la sociedad humana, que las democracias se impongan a las autocracias y tiranías, que las emociones constructivas dominen a las emociones destructivas, ese día Moisés, Jesús, Mahoma y todos los líderes espirituales del mundo habrán dicho “Misión cumplida”. Y esa es la verdadera causa. Y es verdadera porque su base son los principios. Tan sencillo como eso.
13. El año 2024 no será bueno ni malo por sí solo sino el resultado de lo que decidamos hacer en ese periodo de tiempo, poniendo a funcionar todos los dones que Dios y el universo nos legaron al nacer. Ya conocemos cuál es nuestra causa más noble. No nos fallemos. Feliz año nuevo.
30 Diciembre de 2023
@JesusSeguias