Todo listo para el gran premio de Las Vegas de F1

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La Fórmula 1 vuelve a Las Vegas 41 años después, esta vez como promotora del Gran Premio que se desarrolla por las calles de la ciudad, con una recta de casi dos kilómetros y con un frío -la carrera arrancará a las 22:00 horas del sábado- que será un reto para neumáticos y pilotos, en un fin de semana que busca el espectáculo más allá de la propia competición.

A la fiesta se han sumado la mayoría de los pilotos con cascos especiales, mostrando su ilusión en entrevistas y redes sociales por pasar un fin de semana de competición en Las Vegas… aunque no es el caso del ya campeón del mundo de 2023, el neerlandés Max Verstappen.

El gran favorito, como antes de empezar casi cada Gran Premio de esta temporada -solo en Singapur los primeros libres ya rompieron su latente superioridad-, ha sido el más crítico en la ceremonia de apertura, en la que subieron a los pilotos a unas plataformas en la recta principal.

“Por mí, se podrían saltar este tipo de cosas, tengo cero interés. Estar aquí arriba… pareces un payaso, este GP es 99% espectáculo y 1% deporte. No tengo ningún problema con esta carrera, pero tampoco es mi problema”, señaló.

Un espectáculo que persigue Liberty Media, propietaria de la F1 y promotora del Gran Premio de Las Vegas; algo no habitual, ya que normalmente son inversores locales los que se encargan de montar los eventos.

Empresa estadounidense, carrera en suelo estadounidense y en la cuna del ‘show’ que lleva años buscando ser más que la meca de los casinos y centrarse en el deporte como inversión para dar más vida a la ciudad y, claro, atraer a más gente a esos casinos.

Veladas históricas de boxeo, equipos de fútbol americano, hockey, baloncesto femenino… todos estos deportes ya están presentes en la vida de Las Vegas; y ahora es el turno de la F1.

Velocidad, frío y espectáculo… la F1 llega a Las Vegas
La gran competición de coches del mundo aterriza en Las Vegas por primera vez en 41 años. En 1981 y 1982 se corrieron dos carreras en la ciudad, en el párking del mítico hotel Caesars Palace.

Sin embargo, en este 2023 el trazado recorrerá gran parte del ‘strip’ -centro- de la ciudad y será bien diferente en cuanto a condiciones de pista. Sobre todo, por la gran recta que, gracias a su fuerte frenada, intentará paliar la evidente dificultad para adelantar que provoca la estrechez del trazado y el hecho de que los monoplazas sean los más pesados y grandes de la historia.

Velocidad entre innumerables luces de neón. Se estima que los pilotos tendrán pisado a fondo el acelerador el 66% del tiempo en cada vuelta, en la que el gran reto para los pilotos respecto a otros circuitos urbanos será gestionar las bajas temperaturas.

La clasificación y la carrera serán el sábado noche en horario local y no el domingo, como es habitual en la F1, para que en Europa sí se pueda ver el domingo. Esto supone que haya una previsión de unos 13 grados en el ambiente.

Los dos pilotos españoles de la parrilla llegan a Las Vegas tras firmar actuaciones bien diferentes en el último Gran Premio, en Brasil.

Fernando Alonso fue el epicentro de los elogios por su defensa sobre el mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez y su adelantamiento a este en la última vuelta con un coche claramente inferior en rendimiento.

El asturiano, bicampeón del mundo de F1 en 2005 y 2006, amarró su octavo podio del curso por solo 53 milésimas en una de esas luchas en pista, rueda a rueda, con respeto, que engrandece la F1 en una temporada en la que Verstappen se ha paseado.

Pérez acabó cuatro tras salir noveno y logró aumentar su diferencia con el británico Lewis Hamilton en su lucha por el subcampeonato, para el que tiene 32 puntos de ventaja con 52 en juego.

Por otro lado, el español Carlos Sainz tiene también en su mano acabar por delante de su compañero de equipo en Ferrari, el monegasco Charles Leclerc, en dos de las tres temporadas que han compartido.

Antes de llegar a Las Vegas le aventaja en 22 puntos. Aunque Ferrari está actualmente muy lejos de luchar por el campeonato, esta victoria interna marca la diferencia.

EFE