La venezolana Joselyn Brea tenía seis largos años sin ver a su padre

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La venezolana Joselyn Brea tenía seis largos años sin ver a su padre. Los Juegos Panamericanos de Santiago-2023 fueron un reencuentro familiar para ella, celebrado por todo lo alto con dos medallas de oro en los 5.000 y los 1.500 metros.

«Estaba mi familia (en las tribunas del Estadio Nacional de Santiago) y sentía que estaba corriendo como en Venezuela. Me llevo un bonito recuerdo», comentó esta atleta de 29 años, tras ganar el viernes los 1.500 m (4:11.80) y completar así su doblete dorado panamericano después de haber dominado el jueves los 5.000 m (16:04.12).

Brea llegó en 2014 a España, donde entrena, y dos años después la acompañó su hermana, Edymar, mediofondista como ella.

Su padre es parte de la inmensa ‘diáspora’ que provocó la crisis económica venezolana, con más de siete millones de migrantes en la última década de acuerdo con estimaciones de Naciones Unidas.

«Yo me fui a vivir a España y él se fue a Perú y después se vino aquí a Chile y no había tenido la oportunidad de viajar para vernos», relata la doble campeona panamericana.

«Vivir estos Juegos Panamericanos ha sido muy bonito para él y muy especial para mí», dijo. «Sé que (la victoria) le dio mucha alegría a mi familia, así que la llevo en el corazón».

«Eran mis primeros Juegos Panamericanos, pero había venido en buena forma y trabajé para estar aquí», declaró Brea sobre su actuación, en la que se convirtió en la primera deportista de Venezuela con dos medallas de oro en el atletismo en la cita hemisférica.

Nacida en Valencia (estado Carabobo, centro-norte de Venezuela), la mediofondista había dado una exhibición en la anterior competencia regional del ciclo olímpico, los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador-2023, al ganar tres preseas de oro en los 1.500 m (4:10.39), los 5.000 m (15:10.60, con récord del evento) y la Media Maratón (1:15:04).

Un control de covid-19 previo al clasificatorio en el que buscaría su plaza en los Juegos Olímpicos de Tokio-2020 echó entonces por tierra sus esperanzas olímpicas, que renacen con fuerza en vía a París-2024.

Brea se dedicó por mucho tiempo al triatlón y llegó a ser doble campeona mundial del biatlón. El año pasado decidió concentrarse exclusivamente en el atletismo… y la decisión ha sido un acierto.

«Las cosas están saliendo lo mejor posible. Hay que cuidarse mucho porque todo puede pasar, pero tengo mucha fe de que mi sueño olímpico se cumpla en París-2024».

AFP