Se desconoce el número de estadounidenses que han sido tomados como rehenes por Hamás

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Entre los estadounidenses que murieron o están desaparecidos hay turistas que se encontraban visitando Israel, ciudadanos que estaban sirviendo en las fuerzas armadas israelíes, personas que emigraron de EEUU a Israel.

Este martes el presidente Joe Biden confirmó la fatal cifra y condenó al grupo militante por la «maldad pura» mostrada en su impactante asalto.

Funcionarios estadounidenses advierten que el número de muertos podría aumentar aún más, ya que alrededor de 20 estadounidenses siguen desaparecidos.

Reportes de medios muestran cruentas imágenes de la brutal matanza cometida por células de Hamas en el pueblo israelí Kfar Azza, cerca de la frontera con Gaza, una de las más de 20 ciudades y pueblos atacados por combatientes islamistas a primera hora del sábado.

«No es un campo de batalla. Es una masacre», dijo el general del Ejército israelí, Itai Veruv, que dirigió las fuerzas que recuperaron la aldea de manos de los milicianos.

Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional, dijo que no se sabe con exactitud el número de estadounidenses que han sido tomados como rehenes por Hamas y agregó que por el momento EEUU no tiene planes de enviar tropas a Israel.

Entre los estadounidenses que murieron o están desaparecidos hay turistas que se encontraban visitando Israel, ciudadanos que estaban sirviendo en las fuerzas armadas israelíes, estadounidenses de nacimiento que emigraron a Israel y niños nacidos en Israel de padres estadounidenses.

Las edades de estas personas van desde los 18 hasta los 80 años.

Esto es lo que sabemos de algunos de los estadounidenses asesinados en Israel por Hamas.

Deborah Matias, 50 años
Deborah Matias, nacida en Missouri, cubrió a su hijo adolescente con su propio cuerpo para protegerlo cuando los asaltantes que irrumpieron en el kibutz Holit, comunidad fundada en 1978, según contaron sus familiares a varios medios de comunicación.

Ilan Troen, padre de Matias, dijo que esta hablando por teléfono con Deborah «cuando la mataron».

«Estuvimos al teléfono todo el día con nuestro nieto, Rotem, mientras él yacía primero bajo su cuerpo, y luego encontraba un lugar para escapar bajo una manta en una lavandería», contó Troen, profesor en la Universidad Brandeis de Massachusetts.

«La peor parte del disparo se la llevó su madre», dijo. «Los terroristas que vinieron, tenían explosivos y volaron la puerta principal de su casa y luego volaron la puerta principal de su supuesta habitación segura», mencionó Troen que oyó cristales romperse, disparos y gente hablando en árabe.

Su nieto Rotem, de 16 años, recibió un disparo en el abdomen y, durante las 12 horas siguientes, sus familiares le guiaron por mensaje de texto sobre cómo mantenerse con vida hasta que llegara la ayuda. Según su abuelo, se está recuperando en un hospital.


Deborah Matias asistió a la Escuela de Música Rimon en Tel Aviv, donde conoció a su marido, dijo Troen a la CNN. «Deborah era una niña de luz y vida», dijo Troen. «Ella, en lugar de convertirse en científica o médica, me dijo un día: ‘Papá, tengo que hacer música, porque la llevo en el alma'».

La masacre de una comunidad israelí en la que hallaron más de 100 cuerpos, entre ellos niños y bebés.


Hayim Katsman, 32 años
Hayim Katsman es otro de los estadounidenses asesinados en el kibutz Holit, donde vivió durante varios años y buscaba un futuro más pacífico para los residentes de Israel y los palestinos.

En 2021 obtuvo su doctorado de la Universidad de Washington en 202. Su tesis estaba dedicada a «todas las formas de vida que existen entre el río Jordán y el mar Mediterráneo».

Su amiga Avital Alajem contó a CNN que los dos se escondieron en un armario cuando los militantes de Hamas invadieron el kibutz. Como Katsman estaba cerca de la puerta su cuerpo recibió muchas balas. «Fue asesinado», dijo Alajem. «Yo me salvé».

Su hermano Noy Katsman lo recuerda como un «brillante académico», músico, DJ y un voluntario en el huerto comunitario de la ciudad de Rahat. Estaba «muy a favor de la paz» y había apoyado «una solución para este sangriento conflicto» entre Israel y los palestinos antes de ser asesinado, dijo a la CNN.

Roey Weiser, 21 años
Roey Weiser, un joven de 21 años con doble nacionalidad israelí y estadounidense, perdió la vida durante el ataque del sábado, según informó su madre, Naomi Feifer-Weiser, a la CNN.

Weiser era sargento y prestaba servicio en el 13º Batallón de la Brigada Golani, donde estaba destinado en el paso fronterizo de Kerem Shalom, explicó su madre.

«Murió como vivió, poniéndose por delante de los demás. Cuando su base fue invadida por terroristas, actuó solo para desviar su atención y permitir que otros escaparan. Gracias a su valentía, al menos otros 12 soldados siguen con vida hoy», aseguró la madre del joven asesinado.

La familia pudo recuperar el cuerpo de Roey finalmente el martes y planean celebrar su funeral el miércoles.

Los estadounidenses desaparecidos
Judith Raanan, de 59 años, y su hija Natalie, de 18, viven en Evanston, Illinois, y estaban visitando a unos parientes en el kibutz Holit, cercano a Gaza, cuando irrumpieron los milicianos de Hamas.

El sábado, Uri, el padre de Natalie, recibió un mensaje de su hija diciéndole que estaban siendo atacados y luego perdió la comunicación.

Danielle Ben-Senyor, de 34 años, nació en Los Ángeles y posteriormente se trasladó a Israel para que sus padres, enfermos, pudieran estar más cerca de sus familiares, explicó su primo Riki Ben-Senyor.

A primera hora del sábado, Danielle salió de Tel Aviv con un grupo de amigos para asistir al festival de música.

Hersh Goldberg-Polin, de 23 años, también salió de su casa a última hora de la noche del viernes con una mochila y un saco de dormir camino del festival de música. Sus padres no han vuelto a saber de él.

Rachel Goldberg dijo que se despertó el sábado en Jerusalén con el sonido de las sirenas que advertían de la llegada de cohetes. Su hijo de 23 años, Hersh Golberg-Polin, estaba en el festival de música. Por testigos presenciales supieron que huyó en un automóvil y buscó seguridad en un refugio antiaéreo público.

El hijo de Jonathan Dekel-Chen, Sagui, de 35 años, desapareció tras un atentado en el kibutz Nir Oz, donde vivía la familia. Dekel-Chen dijo que sabía de al menos otros tres ciudadanos estadounidenses de su kibutz desaparecidos y de otros dos estadounidenses muertos.

Nahar Neta contuvo las lágrimas mientras describía cómo estaba al teléfono intentando calmar a su madre, Adrienne Neta, de 66 años, nacida y criada en California, pero residente en un kibutz cerca de la frontera con Gaza, mientras se producía el ataque del sábado.

Sus hermanos estaban al teléfono con ella cuando los atacantes irrumpieron en su casa de Be’eri, dijo. Oyeron gritos, añadió, y no han sabido nada de ella desde entonces.

Univisión