Neuro Villalobos: ¿El final para quién?

302

“Todo estaba estremecido de libertad de espíritu y hasta las piedras eran como conciencias dormidas en un sopor sin sueño.”Gottfried Leibniz

La realización de la elección primaria para escoger un candidato que nos represente en las elecciones presidenciales en nuestro país, resultó un hecho sorprendente debido a que se efectuaron bajo la amenaza de una dictadura feroz que hizo hasta lo imposible para evitar que se realizaran. Eso fué posible por que en esta oportunidad los ojos del mundo estaban puestos y vigilantes, sobre el país, y el régimen no creyó en la determinación y vocación democrática del pueblo venezolano que salió a las calles sin miedo. Lo que era un sueño para muchos, se convirtió en realidad y en elementos contundentes para que el régimen no se saliera con la suya.

Los resultados destacan porqué estuvieron por encima de las expectativas que se tenían y María Corina se impuso sin ninguna duda. En ellos influyeron, y así tenemos que reconocerlo, la actitud valiente, decidida y sin vacilaciones de ningún tipo de nuestra candidata, que se vió obligada a vencer los obstáculos y las dificultades que pusieron en su camino los enemigos visibles e invisibles y los pseudoamigos. Al final se impuso holgadamente para coronarse como la candidata de la oposición verdadera en las elecciones presidenciales del próximo año y como la líder genuina e indiscutible de la oposición democrática.

Es el fin de una etapa, pero todavía tenemos que estar vigilantes ya que falta un trayecto largo y escabroso que estará lleno de trampas, argucias y demás sucias veleidades que sus enemigos, y el régimen tiránico, tienen escondidas con el fin de acceder o mantenerse en el poder.

¿Quiénes ganaron y quiénes perdieron? El excelente comunicado que emitieron de manera conjunta el “Movimiento Ciudadano Venezolanos en el mundo” y “Venamerica”, organización civil registrada en USA, lo expresa claramente: ¡GANAMOS TODOS, PERDIÓ LA DICTADURA!Es decir, ganó la democracia, ganó la gente, ganó la política, ganaron los partidos, ganaron los candidatos, ganó la Comisión Nacional de Primaria, ganaron los países demócratas amigos y los Organismos Internacionales que nos apoyaron, en fin, ganó VENEZUELA.

María Corina no sólo tiene bien plantadas sus ideas para gobernar y para convertirlas en políticas públicas, sino que sabe muy bien que tiene que sustituir la imágen de un gobierno corrupto, ineficiente y dictatorial por otro gobierno eficiente, decente y democrático. Sabe muy bien que le tocará dirigir al país en un cambio de época donde la población está convencida de la inviabilidad del sistema socialista y de su rechazo al estamento político tradicional. No podemos sobrestimarnos ni tampoco subestimarnos. Su liderazgo alternativo tiene muchísimas responsabilidades por lo que es necesario saber hacia dónde vamos, no desviar el rumbo ni darnos el lujo de perder la brújula para que aparezca nuevamente el desencanto general.

No creo, ni aconsejo seguir la afirmación de Jesús Seguías cuando expresa que: “Para el gobierno ya no se trata de una competencia electoral sino de una rendición”. No estamos luchando contra un gobierno democrático, eso lo sabemos todos, y ya hemos oído las expresiones de los voceros de la dictadura tratando de empañar miserablemente el grandioso evento que resultó ser la primaria y enlodar a nuestra candidata electa.

A cada instante, a mucha gente nos asalta la duda y nos preguntamos: ¿está preparado el régimen para entregar el poder democráticamente a quien corresponda?. En ese sentido confieso mi escepticismo, pero, como lo último que se pierde es la esperanza, estoy de acuerdo con lo manifestado en el comunicado de la referencia que a María Corina hay que felicitarla por haber logrado sumar un gran número de voluntades que nos llevó a un gran triunfo colectivo, lo cual nos obliga a estar más unidos que nunca e ir con ella hasta el final, hasta alcanzar el éxito que significa “el fin de la dictadura y el inicio de un tiempo mejor para todos.”

De ahora en adelante, con ese gran apoyo de la indiscutible mayoría de los venezolanos, tenemos que tener claro que el momento histórico que vive el país es crucial. Se trata de decidir entre dos visiones del mundo contrapuestas. Dos formas de organizar la sociedad completamente distintas. Es una lucha, cómo lo he escrito anteriormente, entre el colectivismo marxista fracasado a nivel planetario después de sacrificar varias generaciones de seres humanos, y el individualismo democrático que garantiza el respeto a la libertad plena, sin más restricciones que el mismo derecho del respeto a los demás como se estila en toda sociedad moderna, civilizada, decente y educada en valores.

Este triunfo arrollador de María Corina debemos tomarlo como el comienzo del fin de la dictadura venezolana y también, con la firme convicción de que es el comienzo del sendero que conduce a la libertad y la felicidad de todos. Pero, tengamos siempre presente la maravillosa frase de Martí:”El puñal que se clava en nombre de la libertad, se clava en el pecho de la libertad.” Ese puñal continúa en manos del dictador que aspira a seguir enseñoreándose sobre la ignorancia. Hemos sido testigos excepcionales de un comportamiento social que marca un hito en nuestra historia por que vivir en libertad exige de todos y cada uno de nosotros un acto consciente de responsabilidad.

Neuro J. Villalobos Rincon
[email protected]