Por primera vez en su historia, la Nasa logró este domingo 24 de septiembre traer a la Tierra una muestra de un asteroide, que los científicos esperan proporcione información única sobre el origen de la vida y la formación del sistema solar hace unos 4.500 millones de años.
En medio de una gran expectación, la cápsula de la Nasa que contiene las muestras del asteroide Bennu aterrizó a las 8:52 hora local en el desierto de Utah (EE UU), poniendo fin a un viaje de siete años.
Esta es la primera vez que la Nasa, la agencia espacial de EE UU, consigue traer a la Tierra las muestras de un asteroide. La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (Jaxa) logró recuperar restos de asteroides en 2020, pero se trató de una cantidad mínima, no mayor que una cucharadita de polvo y rocas.
La misión de la Nasa, bautizada como Osiris-Rex, espera haber recolectado 250 gramos de restos del asteroide Bennu, aunque los científicos no lo sabrán con certeza hasta que abran la cápsula dentro de dos días.
Según dijo a EFE el argentino Lucas Paganini, científico planetario de la Nasa, Bennu contiene moléculas que se remontan a la formación del sistema solar hace 4.500 millones de años.
«Los asteroides son muy importantes porque son los desechos de cuando se formaron los planetas 4.500 millones de años atrás. Son como cápsulas del tiempo, equivalentes a fósiles de dinosaurios que nos permiten saber qué estaba ocurriendo hace millones de años. En este caso, con nuestra misión, estamos viajando miles de millones de años atrás en el tiempo», explicó Paganini.
Los científicos creen que esas moléculas podrían haber llegado a nuestro planeta a bordo de meteoritos y, por tanto, analizar la composición de Bennu les servirá para comprobar esa hipótesis y esclarecer qué papel podrían haber jugado los cuerpos celestes en el origen de la vida.
EFE