El pasado jueves la Cancillería mexicana informó que ya son dos los cuerpos encontrados cerca de la barrera de boyas instaladas en el Río Bravo, en Texas, para impedir el paso de inmigrantes ilegales.
En su primera etapa, este muro tiene unos 300 metros de largo y, dependiendo de las zonas, su profundidad es de 1.80 metros.
El segundo cuerpo fue hallado en la noche de el miércoles, lo cual, según las autoridades mexicanas, representa «un hecho separado» al primer cuerpo encontrado «con aproximadamente cinco kilómetros de separación entre ambos».
El primero fue encontrado apenas dos días antes y provocó un importante debate entre la administración estatal de Texas y el Gobierno de México, en cabeza del presidente Andrés Manuel López Obrador.
«Greg Abbott no debería actuar así, es inhumano», dijo el mandatario mexicano.
Agencias
