Una densa ‘nube’ de polvo del Sahara se mueve este miércoles sobre el Caribe y alcanzará partes del sur de Florida y de Texas en los próximos días, lo que podría reducir las probabilidades de lluvia e intensificar el feroz calor que se ha sentido este verano, explicó el Servicio Meteorológico de Estados Unidos.
«En las próximas semanas me va a estar escuchando mucho decir las palabras polvo del Sahara», advirtió Gabriel Torres, meteorólogo de Univision en San Antonio, Texas.
Torres explicó el largo trayecto que recorre esta masa de aire superseco desde que sale del desierto africano y cómo trae calor y riesgos de alergias en poblaciones sensibles.
No es inusual que en los meses del verano se hable del polvo del Sahara. Se trata de un fenómeno que suele producirse en estos meses del año en el Hemisferio Norte, cuando una masa de aire seca y cargada de polvo que meses antes se formó sobre el Sahara, en el norte de África, comienza a moverse hacia el océano Atlántico, explica la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA en inglés). Hay años, como en 2020, en que llega a ser tan grande que su tamaño equivale a toda el área de Estados Unidos.
Este 2023 cobra relevancia porque llegará hasta partes del sur de Estados Unidos en medio de la intensa ola de calor que ha ocasionado temperaturas récord en esa parte del país.
«La capa de aire del Sahara puede suprimir las nubes y tormentas eléctricas cuando llega a la costa estadounidense. Algunas áreas experimentarán sus días más calurosos del verano cuando está presente esta capa de aire polvoriento», explican expertos de la NOAA que monitorean y estudian el fenómeno y sus características.
El impacto del aire seco de este polvo llegará en momento en que los pronósticos del tiempo anticipan para los próximos días temperaturas por encima de los 100 grados Fahrenheit en zonas como San Antonio, Texas.
«Las condiciones de gran calor y ausencia de lluvias continuará hasta el viernes», según un informe del Servicio Meteorológico. «Habrá condiciones algo más frías y bajas probabilidades de lluvia durante el fin de semana (pero) las temperaturas volverán a subir después» de esos días, agregó.
Además de los riesgos por las condiciones más calurosas debido a su presencia, las partículas de polvo de este fenómeno suponen un factor adicional para las personas con afecciones respiratorias.
«Es importante que las personas con asma o enfermedades pulmonares crónicas tomen precauciones para controlar sus condiciones subyacentes y reducir la exposición al polvo, limitando su tiempo a la intemperie» cuando esta capa de polvo es más intensa, explica la NOAA.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) también alertan sobre el impacto del polvo del Sahara en la salud. Describen que las partículas pueden ser aspiradas y entrar así a los pulmones y torrente sanguíneo, lo que puede desencadenar ataques de asma en quienes la padecen y agravar otras condiciones respiratorias.
Las partículas más grandes de este polvo también pueden irritar los ojos y la piel. Las personas que puedan resultar más afectadas por el arribo de esta capa de aire pueden revisar aquí el índice de calidad del aire antes de salir de sus casas, recomiendan los CDC.
Cómo esta ‘nube’ de polvo reduce la formación de huracanes
En el Caribe especialmente, la capa del polvo del Sahara trae consigo cierto alivio porque tres características clave, su «calidez, sus (condiciones) secas y sus fuertes vientos», han limitado en ocasiones la formación e intensificación de huracanes, de acuerdo con la NOAA.
«El aire polvoriento de la capa tiene cerca de 50% menos humedad que la atmósfera tropical habitual. Este aire extremadamente seco puede debilitar un ciclón tropical o alguna perturbación al promover movimientos descendentes alrededor de la tormenta», agrega esa agencia. Además, los fuertes vientos que arrastra consigo «pueden inclinar el vórtice del ciclón tropical y debilitar el ‘motor de calor interno’ de la tormenta», explica la NOAA.
Univisión