Estados Unidos anunció haberse deshecho de sus últimas reservas de amas químicas, en total unas 500 toneladas de agentes químicos letales almacenados en el depósito «Blue Grass».
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) afirmó que todos los arsenales declarados de estos agentes tóxicos habían sido «irreversiblemente destruidos» después de la decisión del presidente.
«Blue Grass», una instalación militar en el estado de Kentucky, despidió a las últimas armas de este tipo en la unión americana tras un proceso de más de 25 años.
«El fin de la destrucción de todas las existencias de armas químicas declaradas es una etapa importante», señaló en un comunicado Fernando Arias, el jefe de la OPAQ.
Ahora, la entidad con sede en La Haya aseguró que la medida tomada por Estados Unidos significa que «todas las existencias declaradas de armas químicas (fueron) verificadas como irreversiblemente destruidas».
Agencias