El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ofreció este lunes 26-J a los miembros del Grupo Wagner que se sublevaron el fin de semana contra la cúpula militar que se unan al Ejército regular del país o se marchen a Bielorrusia junto a su líder, Yevgueni Prigozhin.
“Hoy tienen la oportunidad de continuar sirviendo a Rusia al firmar un contrato con el Ministerio de Defensa (…), regresar con su familia y amigos. O los que quieran pueden ir a Bielorrusia”, indicó el mandatario en un discurso televisado.
El jefe del Kremlin aseguró que “cumplirá su promesa” de que los mercenarios que se sublevaron no serán perseguidos penalmente, en el marco del acuerdo alcanzado con Prigozhin el sábado bajo la mediación del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko.
A cambio se le dieron garantías de que no sería juzgado por organización de rebelión armada, un cargo por el que podría haber sido condenado hasta a 20 años de prisión. Además tendrá que ir al exilio en Bielorrusia.
Putin, que había permanecido en silencio desde su discurso a la nación el sábado por la mañana, cuando calificó a los wagneritas amotinados de traidores y prometió castigarlos, aseguró este que “en cualquier caso, una rebelión armada habría sido sofocada”.
Dijo que el objetivo del motín, que se produjo cuando “nuestros camaradas se están muriendo” en el frente, afirmó, era “dividir y debilitar al país”, que enfrenta una “amenaza externa colosal” y una “presión externa sin precedentes”, según advirtió.
Putin aseguró que la “gran mayoría de los combatientes y comandantes del grupo Wagner también son patriotas rusos, dedicados a su pueblo y su Estado”, y lo demostraron en el campo de batalla “liberando el Donbás y Novorusia”.
El jefe del Kremlin dio las gracias a todo el personal militar, los agentes del orden y servicios especiales que “se interpusieron en el camino de los rebeldes, permanecieron fieles a su deber, juramento y su pueblo”.
Asimismo, se dirigió a los rusos: “Gracias por su aguante, solidaridad y patriotismo”.
Agencias