El olfato político, aunado al conocimiento de que dispongo sobre las formas del liderazgo político venezolano, donde privan las zancadillas, los mujiquitas, y los arrastrados, me llevan a afirmar que María Corina Machado se ha transformado en el enemigo a vencer por el régimen.
Su candidatura ha venido calando y escalando, incluso dentro de los espacios de quienes hemos considerado que su discurso es poco dado al consenso y la unidad opositora.
Tal vez, porque el agravamiento de la crisis, la ineficacia, doblez e inconsecuencia de los otros candidatos ha terminado por revalorar la consecuencia de su discurso. En resumen, María Corina siempre fue ella.
Lo cual no es poca cosa dado ese fenómeno camaleón que caracteriza a muchos dirigentes, que han jugado al cambalache para desmovilizar y desesperanzar al ciudadano.
No sé que va a pasar con las primarias, ni tengo idea del próximo zarpazo que saldrá de los perversos laboratorios del régimen. Lo que percibo ahora es que cuando los perros ladran es porque viene María Corina.
A esos que abundan por las redes les digo:
No pertenezco a VENTE, ni formo parte de comando alguno. Tampoco la he tenido a ella como primera opción dentro de mis simpatías opositoras. Pero, a María Corina lo que es de María Corina.
Y si es la abanderada para una posibilidad de salir de este desastre, será.
Alexis Andarcia
