Dos tercios de los votantes de Estados Unidos rechazan que sus entidades alienten a indocumentados asentarse, en medio de un creciente movimiento contra inmigrantes entre los republicanos, como los gobernadores de Texas y Florida.
En medio de un intenso debate nacional sobre asuntos migratorios, el 68% de los votantes estadounidenses cree que debería impedirse a inmigrantes indocumentados asentarse en Estados Unidos.
Así lo revela una reciente encuesta de Harvard Caps-Harris sobre diversos temas de la política y asuntos sociales estadounidenses.
“¿Cree que su estado debería alentar o desalentar el asentamiento de inmigrantes que han cruzado la frontera ilegalmente?”, se preguntó.
El 32% dijo que debería alentar a inmigrantes a quedarse en una entidad, mientras 68% consideró que debería desalentarse.
El sondeo también revela que el 63% de los encuestados rechaza que los indocumentados puedan tener acceso a licencias de conducir.
“¿Cree que a los inmigrantes indocumentados debería permitírseles obtener licencias de conducir en su estado o no?”, se preguntó.
Al respecto, solamente el 37% dijo que debería permitirse a estos inmigrantes obtener un permiso de conducir.
Los porcentajes aumentan considerablemente entre los votantes que se identifican con el Partido Republicano, ya que el 80% rechaza alentar a los indocumentados asentarse en su entidad.
Sobre las licencias de conducir, el 82% de los republicanos rechaza que deban otorgarse a personas sin documentos migratorios.
Florida y Texas, ambos gobernados por republicanos, lideran los estados con duras leyes migratorias en Estados Unidos.
En mayo, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, promulgó la Ley SB 1718, la cual desconoce la validez de licencias de conducir otorgadas en otros estados a indocumentados, además de exigie a empresas con más de 25 empleados utilizar el sistema E-Verify al contratar, así como criminalizar el transporte de indocumentados.
A inicios de junio, el gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó varias leyes que buscan reforzar los planes contra inmigrantes indocumentados.
Abbott impulsó el envío de no ciudadanos a estados gobernados por demócratas, principalmente Nueva York, donde el alcalde de la Gran Manzana, Eric Adams, reconoce que enfrenta un fuerte desafío para atender a los inmigrantes, debido a la falta de recursos para vivienda, alimentación y el impedimento para que trabajen en forma legal.
DeSantos y Abbott han sido dos de los republicans más vocales contra las políticas migratorias del presidente Joe Biden.
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