La nueva ley migratoria promulgada por el republicano Ron DeSantis estaría generando pánico, según reconocen abogados y defensores de la inmigración en la Florida, debido a las restricciones y castigos que podrían enfrentar tantos indocumentados como aquellos que los ayuden
Consideran que la nueva ley sobre inmigración promulgada por el gobernador de la Florida viene generando cierto “pánico”, debido a las restricciones para indocumentados en materia de empleos y traslados.
Entre las restricciones más duras está la obligación a empresas de más de 25 empleados de seguir E-Verify, a fin de confirmar que tienen permisos de trabajo. Si las empresas incumplen se enfrentana una multa de $1.000 dólares por día.
Además, los hospitales de Florida deberán preguntar el estatus migratorio de las personas que atienden.
El estado tampoco reconocerá las licencias de conducir para indocumentados emitidas por otros estados.
El transporte de personas indocumentadas puede también ser un problema, pero principalmente si alguien ingresa al estado.
“Escuché que probablemente no enviarán a sus hijos a la escuela y tienen miedo de ir a trabajar, y es triste”, reconoció Denise Negron, directora ejecutiva del Consejo Coordinador de Trabajadores Agrícolas del condado de Palm Beach.
Varias organizaciones civiles advierten una crisis en Florida, especialmente en industrias de servicios, construcción y agricultura, debido al miedo que los indocumentados enfrentan.
El gobernador DeSantis ha criticado cualquier apoyo a indocumentados e impulsó las nuevas restricciones, las cuales fueron respaldadas por sus aliados en el Congreso.
Se estima que unos 800.000 inmigrantes indocumentados viven en Florida.
Agencias