Un detallado informe denota que el 45% de la población debe contar los centavos para llegar a fin de mes.
Un informe publicado por United Way Suncoast denota que casi la mitad de los hogares de Florida tienen dificultades para pagar las necesidades básicas, como alimentos, vivienda y atención médica.
El cálculo tiene en cuenta los hogares que viven por debajo del nivel federal de pobreza y aquellos dentro del grupo ALICE (activos limitados, ingresos restringidos, empleados), que ganan más que el máximo permitido para solicitar asistencia pública, pero tienen problemas para afrontar el costo de vida en su localidad.
De esta manera, el informe plantea que el 13% de la población de Florida vive por debajo del nivel federal de pobreza, que son 14.580 dólares al año para un individuo, 19.720 para una familia de dos, 24.860 para tres y 30.000 para cuatro.
En el caso de quienes ganan más, pero no suficiente para vivir cómodamente, el porcentaje se dispara a 32%, lo que significa, si sumamos ambos grupos, que el 45% de la población debe contar los centavos para llegar a fin de mes.
En el caso del condado Miami-Dade, el más poblado de Florida, las cifras suben a 17% y 34 %, o sea el 51% cuenta los centavos.
Esta situación es únicamente superada por condados rurales del norte y el centro del estado, donde el porcentaje oscila entre el 53 y 66%.
El condado Hillsborough, donde se encuentra Tampa, el cálculo se sitúa en 48%, mientras Orange, donde está Orlando, la cifra es 47%.
Broward y Palm Beach, que junto a Miami-Dade conforman el Gran Miami, reportan 46 y 44%, respectivamente.
El informe subraya que las familias que ganan más que el máximo permitido, para solicitar asistencia pública, son particularmente vulnerables porque no reciben ayudas públicas.
El profesor de economía de University of Florida SamWilson opina que la ecuación, “la tormenta perfecta”, se repite “como parte del ciclo habitual de la economía cada cierta cantidad de años”.
De esta manera, el golpe económico que supuso la pandemia de coronavirus, el aumento de los alquileres y el incremento del precio de los alimentos, la gasolina y prácticamente cualquier servicio inciden en la calidad de vida y la capacidad económica de quienes viven en el estado o cualquier lugar de la nación.
Jesús Hernández/ DLA