Nicolás Maduro aseguró que no le importa que Estados Unidos y la Unión Europea reconozcan o no las elecciones presidenciales previstas para 2024.
“A nosotros no nos importa lo que piense el imperialismo y las oligarquías sobre la vida política, social, institucional, económica de Venezuela. Nos tiene sin cuidado que ellos digan algo o no lo digan, que reconozcan o no reconozcan”, dijo Maduro durante una conversación con el economista Alfredo Serrano Mancilla en el programa La Pizarra.
“Me vale medio lo que opine el imperialismo, la derecha o Europa del proceso democrático venezolano”, enfatizó el mandatario venezolano.
Maduro afirmó que “en 2024 vendrán las elecciones presidenciales, el pueblo votará, el pueblo elegirá y seguiremos adelante, y el presidente o la presidenta que se elija en Venezuela se juramentará el 10 de enero de 2025 y seguirá el curso de nuestro país, en paz, en democracia, con protagonismo popular”.
En 2019 más de 60 países desconocieron el mandato de Maduro luego de considerar que las elecciones presidenciales del 20 de mayo de 2018 no fueron libres ni transparentes. Desde entonces, el régimen chavista ha enfrentado un fuerte aislamiento de Occidente.
De cara a las elecciones presidenciales de 2024, Estados Unidos y la Unión Europea han estado exigiendo la implementación de las recomendaciones hechas por la Misión de Observación Electoral de la UE tras los comicios regionales de 2021.
Entre las recomendaciones planteadas por la Misión de la UE están:
Respetar la separación de poderes del Estado, particularmente al poder judicial representado a su más alto nivel por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Derogar la facultad de la Contraloría de despojar a los ciudadanos de su derecho a presentarse en las elecciones.
Crear campañas de educación al votante enfocadas en la confianza, integridad y secreto del voto electrónico.
Que se refuercen las facultades sancionadoras del CNE, con un sistema de control en un rango de sanciones en función de la gravedad de las infracciones.
Garantizar una cobertura mediática equilibrada de las campañas electorales, especialmente en los medios del Estado.
Que se promueva la libertad de expresión mediante la derogación de la Ley contra el odio para que los periodistas no se vean obligados a la autocensura.
Realizar más esfuerzos para informar a los ciudadanos de su selección como miembro de mesa.
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