Más de 20.000 personas murieron a causa del potente sismo que sacudió el lunes el sur de Turquía y el noroeste de Siria, según balances oficiales publicados este jueves.
Según el organismo de rescate turco Afad se han encontrado 17.134 cadáveres hasta ahora en Turquía. En Siria, se han hallado 3.162, según el recuento oficial, lo que eleva el total de decesos por el temblor de tierra a 20.296.
Los equipos de rescate continúan la búsqueda de miles de personas que se creen están atrapadas entre los escombros, pero el optimismo decae poco a poco ante las gélidas temperaturas y la superación del plazo de 72 horas que se considera crucial para salvar vidas.
Además, unos 23 millones de personas están «potencialmente en riesgo, incluidos unos cinco millones de personas vulnerables», según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que teme se produzca una grave crisis de salud, con enfermedades como cólera, que causaría aún más daños que el terremoto.
El terremoto de magnitud 7,8 ocurrió en la madrugada del lunes en esta región donde muchos ya sufrieron la pérdida y el desplazamiento debido a la guerra civil de Siria.
El noroeste del país, controlado por los rebeldes, no recibió su primer convoy de ayuda internacional sino hasta este jueves, a través del paso fronterizo de Bab al Hawa, el único autorizado para estos envíos desde Turquía.