Usada en MLB por primera vez en 2020 para poder sacar la temporada acortada a sólo 60 juegos, con medidas de pandemia y a pesar de las críticas de los puristas, esta alternativa creada para definir los juegos de sóftbol de los Panamericanos de Caracas en 1983, tendrá carácter permanente., en MLB.
Porque para su uso se requiere que el juego haya cumplido con las nueve entradas reglamentarias, lo cual de por si a nuestro modo de ver no Mata la esencia del juego.
No es anti béisbol porque supone para el visitante la obligación de tratar de anotar por lo menos la carrera del corredor fantasma para evitar ser dejado en el terreno por su contraparte, unos managers visitantes tratan de jugar para más carreras, otros por lo menos aseguran una por lo que las estrategias y emociones están garantizadas, en cambio abrir la entrada sin corredor y sacar la misma por la vía del 1,2,3 no da la sensación de peligro que significa comenzar la entrada con la carrera del desempate en segunda almohadilla.
Las ligas invernales que adoptaron para la post Temporada la condición de eliminarla, reciben una fuerte bofetada del béisbol organizado, que es parafraseando a nuestro admirado John Carrillo, “quien le presta los músicos para su fiesta”.
Así que el Comisionado MLB Rob Manfred y el Presidente de la MLBPA Tony Clark fuertemente criticados desde el 2020 por la aplicación de esta condición, con números en mano, han salido airosos, en momentos cuando el béisbol sigue en su perenne guerra contra el tiempo de duración, todo por las exigencias de tiempo de la sociedad actual.
Además siempre será mejor definir un juego de esta forma que por la vía de los penaltis en el fútbol o los shutouts del Hockey, o de quien anoté primero sin darle otra opción al contrario de la NFL. El béisbol sigue cumpliendo con el mandato de que todo inning abierto, debe cerrarse, si hace falta para definir el ganador.
Será hasta la próxima Dios Mediante.
Columna Hit & Run/ @tonosolerp