Luego de tres años de ausencia, el Foro Económico Mundial regresa presencialmente a Davos, Suiza, desde este lunes 16 de enero con una agenda amplia en materia de reactivación. Se espera que, durante este Foro Económico Mundial, el tratamiento de los efectos de la inflación y la recesión sean los principales puntos de la agenda.
Dos tercios de los ejecutivos responsables de corporaciones y grandes firmas de alcance internacional creen que habrá una recesión global en 2023, según una encuesta realizada por el Foro Económico Mundial, divulgada horas antes de que empiece su reunión anual en Davos.
Los líderes del sector privado que participaron en el análisis han señalado que planean recortar costes significativamente en respuesta al entorno económico negativo, mientras que los economistas son optimistas en relación con el control de la inflación y los balances en general.
Para los encuestados, las tensiones geopolíticas seguirán pesando fuertemente en el rumbo de la economía mundial y anticipan que las políticas monetarias se seguirán endureciendo en Europa y Estados Unidos.
EL panorama es especialmente pesimista para Europa, donde el 100% de los encuestados prevé un crecimiento económico «débil o muy débil» este año, un porcentaje que baja al 91 % en el caso de Estados Unidos, al 68% en Latinoamérica y al 48% en China.
En el caso del gigante asiático, la encuesta refleja cierto optimismo en relación al levantamiento de las medidas restrictivas para controlar la propagación de la covid y que esto impulse cierto crecimiento, aunque también hay incertidumbre por el posible impacto que esto pueda tener en la salud pública china.
Los encuestados que creen que la alta inflación seguirá en Europa ascienden al 57 %, mientras que en el caso de Latinoamérica bajan al 45 %, para Estados Unidos al 24 % y en China son únicamente un 5 %.
Son mayoría, por otro lado, los que esperan que la política monetaria siga su tendencia hacia la restricción tanto en Europa (59 % de los sondeados) como en Estados Unidos (55 %).
«La economía global se encuentra en una posición precaria. La alta inflación, acompañada de un crecimiento bajo, altos niveles de deuda y un ambiente fragmentado reducen los incentivos para esa inversión tan necesaria para volver a crecer», analizó la directora gerente del Foro Económico Mundial, Saadia Zahidi.
Respecto a los recortes que se espera tengan que asumir las empresas, un 86% prevé que se trate de reducción de costes operativos, un 78% teme despidos y un 77% se inclina por la optimización de las cadenas de suministro.
En el lado positivo, los encuestados creen que la crisis ha llegado ya a su pico, pues un 68 % piensa que la situación será menos grave a finales de 2023 que en la actualidad. También un 64% espera que las dificultades energéticas se alivien en ese periodo.
Adicionalmente, el Foro Económico Mundial también abordará los planes para mitigar los efectos de la guerra en Ucrania.
Se esperan también pronunciamientos sobre sanciones más severas a Rusia por su invasión a Ucrania y por lo que ha representado esto para la actividad económica mundial.
Todo esto mientras los principales líderes del Foro Económico Mundial van a buscar que la autosuficiencia energética sea la agenda principal, al menos, en el grueso de la Unión Europea.
EFE