Kaled Yorde: El reino de Dios

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A) En estos días decembrinos, tiempos de reflexión espiritual y de conexión con el Infinito y las fuerzas cósmicas de Dios, es conveniente la lectura  de temas de corte metafísico, con el objeto de elevar los niveles  concienciales y el alma.

Un tema apropiado para ese propósito es el Reino de Dios, que las religiones en Occidente llamadas del Libro : Judaísmo, cristianismo y el islam, denominan  el Reino de Dios.

¿En qué consiste ese Reino de Dios? ¿Dónde se halla? ¿Cómo se alcanza? Veamos.

La cuestión  del Reino de Dios es un tema de mucha complejidad. A lo largo de todos los siglos ha sido objeto de variadas y  encontradas interpretaciones.

Esa diversidad de visiones y puntos de vista surgen, tanto del rabinato fariseo como de los teólogos del cristianismo y  el musulmán o Islámico.

El Reino  (Malkhut del Árbol de la Vida,   décima sefira engarzada  en el Arbol), es una de las más grandes utopías  que los cabalistas hebreos han elaborado, gracias a lo cual el judaismo  perdura históricamente. 

El judaísmo ha sobrevivido porque ha creado un concepto de esperanza indefinida, según lo escribe el erudito Mario Sabán  en su libro «EL JUDAISMO DE JESÚS «- pag. 445-, un tratado sobre los orígenes del cristianismo y su fuente judaica, el cuál recomendamos altamenre su lectura.

La cuestión del Reino de Dios (Malkhut -Adonai), es el principal concepto de la redención hebrea, la cual llegará  cuando aparezca la era Mesiánica, el motor esencial del judaísmo. 

El autor Sabán añade: » Si bien toda la teología cristiana ha visto en el concepto del Reino de los cielos la proclamacion Mesiánica de Jesús, el concepto de Malkhut dentro del pensamiento del rabino Jesús  está el línea directa con el concepto tradicional del judaísmo en su globalidad.» ( El Judaísmo de Jesús- . pags. 445-446).

B) Veamos ahora las características  fundamentales de la idea del Reino de Dios: 1) Es un concepto eminentemente judío; 2) Es un proceso que se va desenvolviendo lenta y progresivamente  a lo largo de los siglos; 3) Para su llegada e instauración en la Tierra, requiere de una actitud colectiva de arrepentimiento y la observación cabal de los Diez Mandamientos sinaiticos, en especial, el principal de todos ellos, como lo es el amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.

Mientras eso último señalado no ocurra, no va a ser posible la llegada del Reino de Dios a la Tierra y ello da respuesta a la inquietud de millones de personas que se preguntan por qué  aún Dios no ha instaurado ese Reino prometido, y lo que es más extraño aún, por qué permite el mal, las guerras, la maldad y las crueldades donde mueren tantos inocentes.

En otras palabras, esto significa que mientras en la Tierra reine el mal, la maldad, la violencia y el crimen, de sobremanera, la dureza de corazones, apego al dinero, a la codicia y  la sexualidad indebida ;  la degeneracion de género y todo tipo de discriminación racial, étnica y religiosa, se retardara la aparición del tal anhelado y necesitado Reino de Dios que  mucha gente anhela y que no es otra cosa que la paz social mundial y regional.

Sigamos ampliando el concepto: » El Reino de Dios es un proceso que avanza y que se encuentra dentro de cada persona.

Este concepto  del Reino es uno de los elementos fundamentales del misticismo hebreo. Todas las interpretaciones  cristianas hasta hoy han intentado ver en las palabras del rabino Jesús  gran parte de la cristologia.

El Reino es pues, para el cristianismo, una época que el Cristo inaugura con su sola presencia . En cambio, el Reino es para el judaismo  un proceso  en que la aparición del rabino Jesús de Nazaret constituye un hito  más, pero con él no se produce la inauguración  del Reino de los Cielos. Que Jesús creyera ser el que inaugura la llegada del Reino es una posibilidad. Lo que está claro es que Jesús, como buen rabino, desea la llegada de la redención ( la era Mesiánica)  y, por ese motivo, él siente que es un instrumento en el proceso para la aceleración del final de los tiempos». (Mario Sabán- pag. 446).

C)  Aquí queda planteada una cuestión  importante  que ha sido objeto de largas e innumerables controversias: Mateo señala en 16: 28 lo siguiente: » En verdad os digo; algunos de los que están aquí  no gustarán la muerte sin que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su Reino»!

Sucede que el final de los tiempos en el que él  creía  continúa sin aparecer, a pesar  de que Jesús lo anunció a muchos. Sus discípulos  y el mismo Saulo de Tarso ( el  San Pablo del catolicismo), igualmente lo anunciaron .

¿Qué habrá pasado aquí?

¿Será que Jesús  se habría equivocado? ¿O que  el  evangelio fue alterado aposteriori por una»mano peluda» interesada en tergiversar la historia con fines de interés particular o grupal inconfesables?

En aquel tiempo, sobre todo a partir del siglo II (d.C.), era muy común, fácil  y frecuente alterar, interpolar, tachar y reinterpretar el contenido de las Sagradas Escrituras, de manera muy señalada, el llamado Nuevo Testamento, con propósitos proselitistas.  Cogian los pergaminos  y los manipulaban a gusto, poniendo lo que les interesaba   o tachando lo que contradecía los dogmas de fe que los Obispos inventaban. Se trabajo fundamentalmente en una narrativa que exaltara y divinizara a Jesús, haciéndolo Dios. Hoy en día gracias a  sesudos trabajos de historiadores, investigadores y estudiosos de los rollos de Qumram  en el Mar Muerto y Ein Geddi, en Egipto, entre otros, todas esas manipulaciones  quedaron al descubierto e identificados sus autores.

D) Jesús, el Mesías, como excelente conocedor del Tanaj ( Biblia hebrea o Antiguo Testamento), sabía  que el Reino es un proceso, una actitud mental interior de pureza, de bienaventuranzas y santa devoción.  Aún más, en la célebre oracion universal del Padre Nuestro, dice: «Venga a nosotros Tu Reino», lo cual es una petición  que él le está haciendo a su Padre  celestial , su Ab-ba, en su idioma madre el arameo.

Jesús le pedía  a , Adonai o Hashem  ( el nombre sagradisimo de Dios), que haga descender ese estado conciencial  de inenarrable belleza y plenitud ( el Reino) en la Tierra.

Si la oración dice: «Venga  a nosotros  Tu Reino», significa que ese Reino aún no ha llegado; que está por venir, que está siendo esperado. De no ser así, la petición habría sido de otra manera: Algo parecido a lo siguiente, palabras más, palabras menos: «Gracias Padre por habernos mandadoTu Reino». No dice la oración «Tu Reino ha llegado».

De hecho, un texto hebreo – el Kadish- ( Santificación  de Dios), dice: » Esperamos que el Reino de Dios venga», lo que concuerda con la idea desarrollada.

(Mario Sabán. El Judaísmo de Jesús.  Pag.446-447).

Por eso el judaismo tiene al nombre de Dios como una utopia esperanzadora  que los mantiene unidos sobreviviendo  milenios enteros en su fe.

¿Es creíble que el Señor se haya equivocado en su anuncio de la pronta llegada del Reino? Aún más, sus seguidores predicaban el arrepentimiento inmediato de los pecados porque la llegada del Reino era inminente. Estarían equivocados también habiendo sido todos ellos,,incluso su»rabbi» Jesús judíos pide votos y observadores de su fe?

Nuestra opinión al respecto es que Jesús no se equivocó. Tampoco erraron sus discipulos. Es seguro que  hubo una posterior manipulación del texto por obra de una » mano peluda» que personificaba el interés grupal religioso de los Obispos de finales del siglo  segundo en adelante, con el fin de hacerle creer a los fieles que, en efecto,Jesús instituyó  el Reino de Dios en la Tierra, lo que no es otra cosa  que la reconciliación del hombre con su prójimo y consigo mismo, rompiendo las cadenas del alma que le subyugan y le atraen separatividades, rencores, odio y la perdida de su paz mental.

@kaledyorde