Las autoridades confirmaron al menos 17 muertes relacionadas con la tormenta en ocho estados. Las fuertes nevadas, los vientos huracanados y las temperaturas peligrosamente gélidas mantuvieron a gran parte del país, incluido el sur normalmente templado, congelado por tercer día consecutivo este sábado.
Más de un millón y medio de personas sin electricidad y la cifra no deja de aumentar.
Al menos diez personas han muerto tan solo en las carreteras desde que comenzó la tormenta en los estados de Kansas, Oklahoma, Kentucky y Ohio.
La gran tormenta helada, conocida como bomba ciclónica, ha dejado millones de hogares sin electricidad y a miles de viajeros estancados a las puertas de las fiestas navideñas.
El fenómeno, causado por un frente de aire ártico, ha provocado aterrizajes al límite de seguridad, cancelado más de cinco mil vuelos el viernes y cerrado aeropuertos en todo el país. Estados Unidos vive su Navidad más fría desde los años 80.
Nueva York ya ha comenzado a sentir los efectos de esta tormenta, con inundaciones en zonas costeras que ocasionó que más de 100.000 viviendas se quedaran sin electricidad.
Nueva York ha declarado el estado de emergencia para hacer frente a la tormenta helada que el Servicio de Meteorología Nacional ha clasificado como «única en una generación».
Las autoridades han pedido que no se utilicen las carreteras hasta que mejoren las condiciones.
Han explicado que tras la lluvia a muy baja temperatura no tienen tiempo para poner sal en las carreteras antes de que se hielen.
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