Las cifras de menores y adolescentes migrantes se registran al tiempo de que bate récord la migración irregular por el Darién, con 211.355 viajeros en los 10 primeros meses de este año, de los cuales el 70,1% eran venezolanos, nacionalidad que impulsó este año la oleada migratoria hacia Estados Unidos, según cifras oficiales panameñas
Durante los primeros 10 meses de 2022 se registró el paso de 32.488 menores de edad por la selva del Darién, la peligrosa frontera natural entre Colombia y Panamá, según datos compartidos por d la Unicef de Panamá. La cifra es 10% mayor al total de menores que recorrió el mismo trayecto selvático de 266 kilómetros en año pasado.
También informó que el número de adolescentes que migra sin acompañante se ha cuadruplicado en comparación con 2021 para sumar «alrededor de 900 adolescentes frente a los 200 de 2021.
Los menores que atraviesan la selva están expuestos «a múltiples formas de violencia, incluyendo el abuso sexual, tráfico y explotación; falta de agua segura y alimentos, picaduras de insectos, ataques de animales salvajes y el crecimiento súbito de ríos», recalcó el ente de las Naciones Unidas.
«Los niños y niñas menores de cinco años, quienes representan el 50% de la niñez migrante, son particularmente vulnerables a la diarrea, deshidratación y otras enfermedades. Adicionalmente, el estrés y el peligro asociados con esta travesía deja a muchos niños y niñas en riesgo de trauma emocional», destacó Unicef.
Las cifras de menores y adolescentes migrantes se registran al tiempo de que bate récord la migración irregular por el Darién, con 211.355 viajeros en los 10 primeros meses de este año, de los cuales el 70,1% eran venezolanos, nacionalidad que impulsó este año la oleada migratoria hacia Estados Unidos, según cifras oficiales panameñas.
Panamá acoge a los viajeros en estaciones de recepción migratoria (ERM) situadas en sus fronteras con Colombia y Costa Rica; les toman datos biométricos y les ofrecen servicios médicos y alimentación, en un operativo único en el continente que ha consumido al menos 50 millones de dólares desde 2020, según los datos oficiales.
«La violencia, la pobreza y la esperanza por encontrar mejores condiciones de vida empujan a las familias con niños a abandonar sus hogares y enfrentar amenazas en áreas inhóspitas como el tapón del Darién», dijo la directora ejecutiva adjunta de Unicef, Hannan Sulieman, durante una visita a la ERM de Lajas Blancas, en la provincia panameña de Darién.
En 2022 un récord de 32,500 niños ha cruzado la selva del #Darién en tránsito hacia Estados Unidos; la mitad de ellos son menores de 5 años, alertó #HannanSulieman, Directora Ejecutiva Adjunta @UNICEF en visita a #LajasBlancas.
Señaló que «en Panamá, como en muchos otros países, el incremento acelerado en el número de niños migrando sobrecarga la capacidad del Estado para proveer servicios básicos de respuesta a sus necesidades específicas», por lo que «Unicef hace un llamado a todos los Gobiernos a tomar acciones para proteger a la niñez migrante, sin importar su origen».
Unicef informó que ha incrementado su presencia de uno a cinco centros de recepción de migrantes en las fronteras con Colombia y Costa Rica, y en la Ciudad de Panamá.
«En los centros, Unicef provee agua segura para beber, implementos de higiene personal, atención psicosocial y servicios de salud materno-infantil para miles de niños y niñas, y mujeres embarazadas en movilidad, así como a las comunidades de acogida que viven en pobreza extrema», afirmó la representante del ente de la ONU en Panamá, Sandie Blanchet.
Esta presencia y acción de Unicef es posible gracias a los «donantes, el Gobierno de Estados Unidos y la Unión Europea, y en estrecha colaboración con el Gobierno de Panamá y nuestros socios», agregó Blanchet.
Tal Cual