Transparencia Venezuela: Rusia y Venezuela: Aliados para desinformar

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La alianza entre Rusia y Venezuela trasciende a los corrillos diplomáticos, a las frías sedes de la Organización de las Naciones Unidas, va más allá de los fuertes militares donde los soldados venezolanos empuñan modernos armamentos rusos y sobrepasa el trabajo conjunto en los pozos petroleros. También, en términos de propaganda, hay un esfuerzo mancomunado.

Rusia no solo demuestra su interés de frenar el avance de Occidente en Europa del Este, lo que llama el “extranjero cercano”, también desea jugar fuerte en el área de influencia de los Estados Unidos: América Latina. Ya en 2008 en sus líneas estratégicas de política exterior, Rusia había manifestado su intención de darle mayor empuje a las relaciones globales con esta parte del mundo.

El documento de las líneas estratégicas destaca que la Federación Rusa procurará el “desarrollo de la integración regional y subregional en el área de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), en las regiones Euroatlántica y Asia-Pacífico, en África y América Latina”, dado que las asociaciones de integración están adquiriendo una importancia cada vez mayor en la economía mundial y emergen como un factor importante de la seguridad regional y subregional, incluidas las actividades de establecimiento de la paz” 1.

Este concepto fue actualizado en 2013, entonces ya se habla directamente de los países prioritarios en América Latina para sus intereses y se incorpora el tema “comunicaciones” como un ámbito fundamental 2.

Rafael Camargo Lima, explica en una revista sobre comunicaciones estratégicas de la OTAN (2019) 3, que “Las comunicaciones estratégicas se integraron en el tipo de estrategia de equilibrio que el Kremlin eligió emplear”. Añade que “la postura militar más agresiva de Rusia también dio lugar a comunicaciones estratégicas más ofensivas, armando la esfera de la información para fines militares y narrativas opuestas de Occidente”.

En 2008 ocurre la guerra entre Rusia con Georgia, una de sus exrepúblicas: El investigador Vladimir Rouvinski señala que la “cobertura de la guerra por parte de los medios de comunicación occidentales fue lo que tornó la victoria militar rusa en una derrota en términos de la opinión pública internacional” 4. (p 480)

A finales de ese año, el entonces presidente Dimitri Medvedev llega a Caracas para participar en la cumbre de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) y no solo le da su apoyo, sino que propone a su país como miembro asociado del ente multilateral, conformado por naciones de izquierda y liderado por La Habana y Caracas.

El apoyo ruso en el plano de las comunicaciones a los intereses de los gobiernos de izquierda no tendría que esperar mucho. En junio de 2009 el presidente de Honduras José Manuel Zelaya fue derrocado y la maquinaria diplomática del ALBA se pone en funcionamiento.

En Moscú, la Embajada de Cuba organizó una reunión de los embajadores del grupo ante Rusia, donde se le solicitaba a ese país su contribución para restaurar la democracia en Honduras. “Quizás no sea sorprendente, pero muchos medios de comunicación rusos informaron sobre la conferencia de prensa conjunta, así como sobre la Cumbre de Emergencia de ALBA en Managua. El servicio de noticias Russia Today ofreció una cobertura en profundidad, desde la perspectiva del ALBA, a medida que la historia se desarrollaba”, señala Rouvinski 4 (p. 484).

El investigador añade “Es difícil juzgar en qué medida la forma en que los medios de comunicación de masas en Rusia presentaron la cobertura de la crisis en Honduras podría haber animado a Chávez a tomar una decisión que Moscú ya había estado esperando por más de un año: un reconocimiento diplomático de los territorios bajo el ámbito ruso en el Cáucaso del Sur. En cualquier caso, las palabras tan esperada del ‘amigo Hugo’ se expresaron al fin, durante la visita de Chávez a Moscú en septiembre del 2009, cuando el presidente venezolano, ‘aprovechando la oportunidad’ anunció el reconocimiento por parte de su país” 4 (p. 484).

El apoyo comunicacional ruso para los intereses geoestratégicos de Venezuela en 2009 fue bien recibido en Caracas y sería solo el inicio de un trabajo conjunto en la materia.