A) En estos tiempos de enorme inversión de valores, despropósitos y cinismo absoluto, el actor central de la tragicomedia que afecta al mundo de la política en general, y de los países en vías de desarrollo (para no llamarles subdesarrollados) en particular, tiene nombre y apellido. POPULISMO DESCARADO.
No es fácil definir al populismo, puesto que designa realidades diferentes. Un acercamiento al concepto vendría a ser» Tendencia politica que pretende atraerse a las clases populares, y que por lo general se identifica con demagogia,» habida cuenta de que incumbe y tiene que ver con las promesas pre-electorales que el candidato le hace al pueblo, a sabiendas de que no va poder cumplirlas. En el fondo del pozo de lodo del populismo están agazapadas la mentira y el engaño.
Quien mejor ha descrito la narrativa populista es el brillante periodista cubano, Carlos Alberto Montaner, residenciado en el sur del estado de la Florida. Montaner ha descrito al populismo a través de una especie de decálogo que muestra el perfil en tercera dimensión del populista latinoamericano, y las trácalas que él necesita hacer para mantenerse en el poder.
Este decálogo de trampas y engaños populistas sirve igualmente para todos los demás autócratas del mundo.
Montaner señala que se trata de un síndrome inconfundible: Medidas de gobierno para conquistar el poder y mantenerse en él, estando todo relacionado con la psicología profunda del que manda.
B) El decálogo del populista es del siguiente tenor:
1) Utilizar la palabra DEMOCRACIA en toda ocasión, cada vez que sea posible, machaconamente, sin importar las medidas que adopte;
2) Utilizar en los discursos la palabra CAMBIO en todo momento, también machaconamente, sin importar el que tenga que disimular o hacer esfuerzos para no reírse en la cara de la gente;
3) Acusar a todos los adversarios de «anti- democraticos».
4) Presentarse como una persona normal, llana; sincera, capaz de entender el problema de la gente, nunca como un político profesional (por más que haya pasado los últimos veinte años en la política) y emplear siempre un lenguaje coloquial (de preferencia trucado con palabras altisonantes, frases populares y dobles sentidos).
5) Vituperar una y otra vez la política y a los políticos y denunciar con violencia las prácticas corruptas del antiguo régimen (aunque haya formado parte de él).
6) Hablar despectivamente de lo que se decide en congresos, agrupaciones, Naciones Unidas, ONGs nacionales e internacionales contrarias a su ideología personal o partidista, en cualquier capital del mundo.
7) Arremeter contra los privilegios de los ricos (aunque en secreto sea parte de ellos). Igualmente, defender la soberanía nacional en contra de los espurios intereses extranjeros (mientras se hacen negocios con toda clase de empresas transnacionales ); y señalar de vez en cuando, algún intento golpista diseñado para detener el cambio.
8) Presentarse como la única persona en el mundo capaz de combatir el crimen y acabar con la impunidad (pese a pactar en secreto con distintos grupos criminales o proteger a sus subordinados, aunque esté al tanto de sus actos delictivos).
9) Mandar al diablo a las instituciones y señalar su complicidad con los enemigos de la democracia.
10) Promover un nuevo orden legal que por fin recogerá la voluntad democrática de la nación (aunque en realidad sólo busque acrecentar el propio poder) y de preferencia exigir la aprobación de un nuevo texto constitucional.
Este es el decálogo del populista; amigos lectores. A quien les recuerda su contenido? ¿En Venezuela a quien se parece lo señalado? La respuesta es obvia: A todos los dictadores y delincuentes que asaltan el poder y saquean las riquezas de sus pueblos. Son caimanes del mismo pozo!
La única manera de acabar con esa nueva etapa de la degeneracion politica llamada populismo es educando a nuestros pueblos. Educarlos en valores humanos, ética y autorrespeto; y ello es tarea fundamental de primer orden en la América Latina. Esos valores hay que enseñarlos en el hogar, la escuela, el liceo y las Universidades. Por algo el Libertador Simón Bolívar dijo: Moral y luces son nuestras primeras necesidades!
@kaledyorde