El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, considera «alentadoras» las conversaciones entre senadores del partido Demócrata y Republicano sobre el control de armas de fuego que están teniendo lugar a raíz de los tiroteos de las últimas semanas en Búfalo (Nueva York), Uvalde (Texas) y Tulsa (Oklahoma).
«Es la primera vez en mucho tiempo que vemos este tipo de conversaciones entre miembros de ambos partidos», dijo este jueves la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, durante su rueda de prensa diaria.
Jean-Pierre respondía a preguntas de los periodistas sobre el discurso que está previsto que Biden dé esta tarde sobre lo que considera «una epidemia de violencia con armas» en Estados Unidos.
Durante días, la Casa Blanca ha insistido en que Biden quería dejar espacio a los legisladores para alcanzar acuerdos en el Senado, ya que la actual composición de la cámara, dividida por la mitad entre demócratas y republicanos, obliga a sumar a representantes conservadores para aprobar la mayoría de propuestas de los progresistas.
La portavoz aseguró hoy, sin embargo, que no ve contradictorio que el presidente explique «al pueblo estadounidense» sus prioridades a la vez que apoya las conversaciones que están teniendo lugar en el Congreso.
Un grupo de nueve senadores republicanos y demócratas llevan reuniéndose desde la semana pasada para tratar de acordar medidas de control de armas de fuego que puedan recibir el apoyo de legisladores de ambos partidos.
Las medidas serían mucho más modestas que la prohibición de armas de asalto que defienden la mayoría de demócratas, incluido Biden, y se centrarían en reforzar la seguridad en las escuelas y financiar programas de salud mental, ambos requisitos de los republicanos.
También buscarían expandir la comprobación de antecedentes para poder comprar armas de fuego y dar incentivos a los estados para que aprueben leyes que permitan a las autoridades confiscar las armas de individuos considerados peligrosos.
Precisamente este jueves el Comité Judicial de la Cámara de Representantes -la Cámara Baja del Congreso- se encuentra debatiendo una serie de medidas de control de armamento, recogidas bajo el título de Acta para la Protección de Nuestros Hijos.
Las medidas buscan introducir una limitación de diez balas por cargador, aumentar la edad mínima para poder comprar un fusil semiautomático de los 18 a los 21 años, y dar incentivos a los estados para aprobar leyes de confiscación de armas.
También buscan limitar el uso de «armas fantasma», que pueden comprarse por partes en internet y después montarse en casa, con lo que son imposibles de rastrear ya que no tienen número de serie.
El debate sobre la medida ha visto a la mayoría de representantes republicanos condenar cualquier intento por limitar la capacidad de los estadounidenses de comprar armas de fuego, muchas veces repitiendo el típico mensaje conservador de que «lo único que detiene a un tipo malo con un arma es un tipo bueno con un arma».
El representante republicano de Virginia Occidental Thomas Massie, de hecho, ha enumerado una larguísima lista de casos reales en los que un civil armado ha detenido con sus disparos a un atacante «previniendo tiroteos masivos».
La representante demócrata de Texas Verónica Escobar ha respondido a Massie, quien, según Escobar, ha hecho un listado «de los tiroteos del Salvaje Oeste que ocurren en Estados Unidos como si estuviera perversamente orgulloso de esto», y ha acusado a los republicanos de querer un país en el que «todo el mundo tenga un arma».
Está previsto que la totalidad de la Cámara de Representantes, donde los demócratas tienen la mayoría, debata este paquete de medidas la semana que viene.
EFE