Una sobreviviente del tiroteo en la escuela de Uvalde relata que el atacante puso «música como de «quiero que la gente muera», y miró a los ojos a su profesora antes de balearla.
Sobrevivientes del tiroteo de la escuela primaria de Uvalde han relatado las palabras que el asesino les dirigió antes de abrir fuego y matar a 19 niños y dos maestras este martes en Texas: «Buenas noches», «todos van a morir». Los menores relataron además cómo se libraron de las balas haciéndose los muertos y manchándose con sangre de compañeros abatidos para engañar al asesino.
Miah Cerrillo, de 11 años y estudiante de cuarto grado, relató a la cadena de noticias CNN que su clase estaba viendo la película Lilo y Stitch cuando el tirador entró en la escuela. Según contó el asesino miró a una de sus maestras a los ojos y dijo: «Buenas noches».
La niña contó su historia a una productora de CNN. No quiso hablar ante las cámaras y se negó a hablar con hombres de su experiencia, sólo se sintió cómoda hablando con mujeres, según la cadena.
La niña fue alcanzada por fragmentos de la lluvia de balas. Tras disparar en su salón de clases, el asesino entró en un aula contigua, según su relato, y abrió fuego. Asegura que escuchó una «música triste» y cree que fue el tirador quien la puso. Sonaba como «música de ‘quiero que la gente muera’, explicó la menor a pregunta de CNN.
La niña agregó que, cuando el asesino entró en la otra aula, ella se untó con sangre de una amiga para parecer muerta. También dijo que ella y una amiga usaron el teléfono de su profesora y llamaron al teléfono 911 de emergencias y dijeron: “Por favor, envíe ayuda porque estamos en problemas”.
Samuel Salinas, de 10 años, era alumno de la clase de la profesora Irma García el martes cuando se produjo el tiroteo en la escuela.
«Era un día normal hasta que mi maestra dijo que estábamos en aislamiento severo», y «entonces hubo disparos en las ventanas», relató en una entrevista que emitió el viernes la cadena ABC.
Relató que el pistolero irrumpió en el aula y dijo: «Van a morir todos”. “Disparó a la profesora y luego a los niños”, dijo el niño.
Explicó que sobrevivió haciéndose el muerto tras ser herido en la pierna por una esquirla que golpeó una silla entre él y el tirador.
“Creo que me estaba apuntando”, dijo el niño, “me hice el muerto para que no me disparara”.
Cuando la policía entró finalmente en la sala y abatió al pistolero, los niños fueron evacuados y en la salida apresurada Samuel Salinas cuenta que vio los cuerpos de su profesor y de otros alumnos.
Los interrogantes sobre la respuesta policial al tiroteo se multiplican
La investigación sobre la masacre sigue su curso, y quedan muchas preguntas sobre por qué la policía tardó tanto en abatir al pistolero.
En una conferencia de prensa el jueves, las autoridades de Texas se retractaron de la información anterior, revelando que el asesino entró en la escuela sin obstáculos y que no se enfrentó a un agente de la policía escolar como se había dicho anteriormente.
La policía dice que pasó más de una hora desde la primera llamada al teléfono 911 de emergencias hasta que el asesino fue abatido.
Las autoridades compartieron una nueva línea de tiempo que revela que a las 11:28 de la mañana del martes el asesino chocó un vehículo cerca de la escuela y disparó a dos personas fuera de una funeraria al otro lado de la calle, y luego trepó por una valla hasta la primaria.
Aseguraron que la primera llamada al 911 se produjo a las 11:30 de la mañana. El atacante entró en la escuela 10 minutos después y cuatro minutos más tarde la policía estaba en el lugar. Los primeros agentes pidieron refuerzos, pero los equipos tácticos no llegaron hasta una hora después, dijo este jueves Victor Escalon, director regional del Departamento texano de Seguridad Pública.
Los investigadores de Texas dijeron a NBC News que las víctimas del tiroteo fueron encontradas en cuatro aulas. La escuela atiende a estudiantes de segundo a cuarto grado en la pequeña ciudad latina de Uvalde, a unas 75 millas de la frontera con México.
Marlene Lenthang – NBC News