La justicia de España entregó este jueves a Estados Unidos a Claudia Patricia Díaz Guilllén, la enfermera del expresidente venezolano Hugo Chávez y extesorera de la nación tras haber sido reclamada por las autoridades norteamericanas por presunta conspiración para cometer blanqueo de dinero y blanqueo de instrumentos monetarios. Díaz Guillén, que había sido detenida en Madrid en diciembre de 2020, se encontraba en libertad provisional. Y había obtenido ya la nacionalidad española.
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ratificó el pasado mes de noviembre la decisión de entregar a Díaz Guillén a EE.UU., perseguida por el Tribunal Federal del Distrito Sur de Florida por delitos de blanqueo y organización criminal en el contexto de una trama que habría tenido como beneficiario al magnate de la comunicación Raúl Gorrín.
Según supo ABC, estaría siendo trasladada en un vuelo hasta Miami.
La otrora jefa del Tesoro de Venezuela estaría implicada en un negocio ilegal de canje de divisas que habría reportado beneficios millonarios tanto a ella como a su marido, que fue jefe de seguridad de Chávez, Adrián Velásquez. Ambos estaban imputados en una causa por blanqueo de capitales en un juzgado madrileño a partir de la vivienda de lujo que poseen en un céntrico barrio madrileño. Sin embargo, no ha sido óbice para que finalmente se materializase su extradición. Su marido no ha sido entregado aún a Estados Unidos a pesar de que la Audiencia Nacional consideró en noviembre que en el caso del ex guardaespalda de Chávez se cumplen todos los requisitos necesarios para aprobar la extradición. Sin embargo, la resolución no es firme y frente a ella cabe un recurso de súplica a interponer por parte de la defensa de Velázquez ante el Pleno de la Audiencia Nacional.
Según la demanda de extradición, Díaz Guillén utilizó cuentas bancarias cuyos titulares eran empresas ficticias y «disfrazó numerosos pagos de sobornos» que eran en su beneficio aunque se dirigian a su marido. Todo, para ocultar los pagos recibidos a cambio de consentir que Gorrín efectuase cambios de moneda extranjera para el Gobierno venezolano y asegurarse una ventaja indebida en la adquisición del derecho de realizar dichas transacciones de cambio de moneda.
Una fortuna en lingotes de oro
Guillén tenía un puesto de altísima responsabilidad económica en el país, la Oficina Nacional del Tesoro de Venezuela, donde desempeñó funciones entre 2011 y 2013. Desde esa oficina administraba un fondo multimillonario, Fonden, creado para depositar los ingresos producto de las exportaciones de petróleo y que nunca fue auditado por la Asamblea Nacional –en ese momento bajo el poder chavista–. Desde allí se manipulaban transacciones de cambio con moneda extranjera para personalidades afines al gobierno a tasas favorables a cambio de cuantiosos sobornos.
Durante esos tres años al frente de Fonden, Claudia Patricia habría amasado una fortuna que asciende a millones de dólares, razón por la cual la Fiscalia de Venezuela también la reclama y la acusa de haber recibido ayuda del bufete panameño Mossack Fonseca para «blindar» una fortuna no declarada y fruto de la sustracción de dinero público.
La agencia AP reveló que la ex enfermera habría guardado su fortuna en oro en una cámara secreta a través de una empresa fantasma establecida en la isla caribeña San Vicente y las Granadinas. Díaz habría comprado 250 lingotes de oro, de un kilo cada uno, valorados en más de 9,5 millones de dólares, según registros judiciales de Liechtenstein. Su plan era que su riqueza se almacenara en una bóveda privada dentro de Liechtenstein y que estuviesen disponibles para ella y su hijo, una vez que él cumpliera los 18 años de edad. Pero las investigaciones arrojaron años después que una parte de esos lingotes habría sido vendida por un representante de Díaz y el dinero se habría depositado en un banco suizo.
Isabel Vega de ABC de España