Eneida Valerio: Colombia quiere cambios

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Desde 1958 cuando Colombia se aventura en la  guerrilla, Pedro Antonio Marín, conocido como Tirofijo o Marulanda, protagonizará la larga historia  de aquel movimiento, que años después en 2016 firmado el Acuerdo de Paz bajo la presidencia de Juan Manuel Santos, sigue cobrando  víctimas.

Las mismas ascienden a 265.505 implícitas en un total de hechos violentos de 357.108. Sin embargo, esta cifra, debe sumar  4513 víctimas  luego de la firma  en el año de 2016 del Acuerdo de Paz bajo la presidencia de Juan Manuel Santos. Aquel Acuerdo de Paz, cuenta  desde entonces  en un giro inesperado, con Iván Márquez, como líder de la llamada Marquetalia. Ellos, junto a otros disidentes golpean todavía, la paz en Colombia con suficiente fuerza, desde  Venezuela donde residen. Han  fallecido en eventos diferentes  4 líderes de la cúpula  guerrillera .

La guerrilla contó entre otros destacados sembradores de terror en el vecino país, con Gustavo Petro, quien se adjudicó la votación más alta el pasado 29 fecha de la realización de  la primera vuelta para escoger al presidente y cuya segunda elección será el 19  de junio. Sumó Petro, ex guerrillero del M 19 el 40% de la preferencia electoral  y para unos, es la misma cifra de su derrota también en primera vuelta, frente al actual presidente Iván Duque, en el 2018.

Este proceso comicial de 2022 es para algunos  opinadores, difícil ganar por el contrincante que toque enfrentar a Petro. Rodolfo Hernández, llamado el “outsider” obtuvo un caudal de votos  muy  por debajo, en comparación con los obtenidos por el aspirante de la izquierda.

Nunca se han dado estas, circunstancias, replican los defensores de tal criterio, pero dado el andamiaje de incertidumbre político que se observa, puede cambiar asimismo, tal criterio y convertirse en posibilidad real para arrebatarle en la segunda vuelta el triunfo. Ya ocurrió en Chile con el presidente Boric quien perdió en la primera. Todo, forma parte de la política actual, demostradora de logros y  resultados inesperados.

Para Fico Gutiérrez, ser un desconocido le  resultó una debilidad mientras que Rodolfo Hernández, asimismo líder político, solo como Alcalde en Bucaramanga, salió favoreció en relación con su discurso  y los sorprendentes resultados, los conocemos. La dinámica de la política impide aplicar  formulas absolutas para el análisis.

Se olvida una vez más, Gustavo Petro, costeño al igual que García Márquez-tal lo dice con frecuencia-de su participación en uno de los episodios más cruentos de la historia de convulsiones guerrilleras colombianas; el asalto al Palacio de Justicia en Bogotá con un saldo de 89 víctimas, en la década de los 80.Se defendió posteriormente,de las acusaciones, abandonó el M19 y ganó varios años después la Alcaldía de Bogotá. Petro,es izquierdista de sólida formación, admirador de Adolfo Hitler y del Foro de Sao Paulo.  

 Fico Gutierrez, tiene un portafolio de contradicciones importantes para el análisis  político. Se le señala de estar unido al uribismo y al presidente Iván Duque. Uribe, lo negó a través de las redes y pidió unidad. Hernández tiene la sensibilidad de rechazar todo cuanto venga de los partidos políticos. En su afán populista y  en parte, mesiánico se colocó contra lo establecido en el desarrollo de la campaña electoral y se declaró  antipartido. No obstante, no rechazó el aporte de los partidarios de  Fico que conllevaría más de 3 millones de votos, justo para colocarlo en ventaja frente a Petro quien ha pedido a sus seguidores, 1 millón de votos.

Tampoco ha desdeñado la aceptación de María Fernanda Cabal, Senadora del uribismo, quien ha pedido unidad por Colombia para desterrar el comunismo. No es fácil comprender hechos aislados en la política criolla de cada país de la región y sus particularidades. Por eso, Hernández, el ingeniero como lo llaman, y en otra observación de su exceso  populista, tendrá que  recoger parte de su lenguaje, porque ha condenado la presencia abrumadora de venezolanos en su  tierra, no sin asestarle  serios calificativos. Olvida, que la  historia propia de ambos países, tienen más coincidencias que disimiles situaciones.

También olvida que las migraciones, se dieron en primer lugar, desde allá hasta acá y luego, se revirtió el proceso por parte de los venezolanos, en actos de barbarie absoluta y en oleadas interminables e indetenibles.

Colombia no quiere saltar al vacío en sus nuevos retos y ojalá que cada uno esté marcado por el éxito previamente estudiado y evidenciado. Para ello, deberá escoger un presidente más allá de una cara reluciente para acabar con el  establecimiento reinante. Ojalá  que las ofertas en materia de la lucha contra la corrupción den frutos abundantes y no se quede en un mero compromiso salpicado  por la vehemencia del hecho político, que le aislará de nuevo y para males mayores.

@eneidavalerio