Kaled Yorde: El sentido de la vida (Parte II y Final)

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En la anterior entrega señalábamos que hallarle sentido a la vida era descubrir el por qué y para qué hemos nacido y qué es lo que cada quien trae como misión para su actual existencia, y hacerlo.

Que la clave estaba en dominar la naturaleza inferior (caracter, temperamento, pensamientos, emociones negativas y perversos, y la instintividad, todo con el
fin de permitirle a la naturaleza superior – la divina o espiritual- poder expresarse y de ese modo actuar como dioses encarnados -Sois dioses- del Antiguo Testamento).


De nuestro libro SINTESIS DE LA SABIDURIA ESPIRITUAL, capitulo III, transcribimos lo siguiente: » La vida terrenal no es fácil ni del todo gozosa a plenitud. Hay luces y sombras permanentes y la felicidad es efímera y mutable. El sendero que nos conduce a ella es estrecho y escarpado, lleno de obstáculos y angustias.


¿A que se debía eso? A que el planeta tierra es una escuela de almas para aprender las grandes lecciones del Amor (con A mayúscula) y con ello superar todo egoísmo, apego, odios, maldad, conflictividades, con el fin de que el alma crezca en espíritu y en verdad.

De hecho, este mundo material llamado tierra, pertenece a una categoría espiritual muy baja que se denomina: Mundo de pruebas y de expiación. Para vergüenza propia y la ajena también, la humanidad está a nivel de kinder en grados concienciales.


Por esa razón imperan las guerras, la violencia y la maldad; también, esa es la razón del porqué nacieron Cristo, Buda, Krishna, Abraham el Patriarca, Mahoma y demás Profetas y Enviados o Avatares y vivieron en el planeta.


Quien dude que esta humanidad es malvada y dura de corazón, tan sólo tiene que revisar la historia universal de los siglos 20 y lo que va del siglo 21.


Retomando la exposicion, diremos que el verdadero propósito de la vida es alcanzar la realización espiritual, vale decir, actuar como dioses encarnados, tomando al pie de la letra la expresión Bíblica del Antiguo Testamento, Sois dioses. Para que/ lo dicho sea más fácil de digerir: Actuar como ángeles y no como demonios.


De esto se infiere una cosa de enorme importancia: El comportamiento y las actitudes del hombre en la cotidianidad, tiene que ser siempre impecables, puras, justas, altruistas, solidarias y benignas.


Cuando un gobierno, régimen o cualquier autócrata procede de manera errada, contraviniendo las leyes éticas y morales (leyes de Dios) y las leyes humanas, eso es un claro indicativo de que el gobernante y su equipo aún no han hallado el sentido de sus vidas, que no es otro que edificar, servir, dar el buen ejemplo y ser una referencia honorable y ejemplo a seguir

En todas las escuelas espirituales de Oriente y Occidente, se le enseña al discípulo desarrollar juicio y sabiduría para que pueda ejercitar a cabalidad la maravillosa facultad del DISCERNIMIENTO.


Si no aprendemos a discernir correctamente, caemos en el error de confundir las cosas y cometer serios errores.

Si no sabemos discernir entre lo que es real y lo irreal , entre lo verdadero y lo falso , entre lo útil y lo inútil, lo justo y lo injusto, lo objetivo y lo subjetivo, lo condicionado y lo incondicioado, la vida se nos convierte en un caos, corriendo el riesgo de cometer graves errores que atraen sufrimiento e infelicidad.


Por cuestión de espacio y para no alargar demasiado el artículo, pondremos un sólo ejemplo, la diferencia entre lo real y lo irreal:
Lo real es lo que perdura, lo eterno, que no cambia, siendo siempre el
mismo. Esto es Dios, la vida divina, la esencialidad, los valores y principios espirituales.

En pocas palabras, el Plan de Dios de evolución espiritual para todos los seres humanos sin distingos.

Para ello solo se necesita tener fuerza de voluntad, determinación y fe ; tambien fortaleza y paciencia para no aflojar o desesperanzarse cuando no se obtienen resultados rápidos.


Lo IRREAL viene a ser lo carente de esencialidad y de valor divino; la banalidad e ilusorio, lo intrascendente y lo indebido, el nefasto ejemplo y las malas acciones; toda clase de apegos y de vicios, la violación de la Regla de Oro. En las religiones de la India a eso se le denomina «Maya» ( ilusión, burbuja).


Vivir en Dios, en Cristo, en cualquier Maestro o Avatar espiritual, es lo real; es tierra firme idonea para edificar, no arena de costa de mar, mientras que lo mundano e intrascendente, es irreal. Dios es una Realidad Absoluta; el Mesías es una realidad absoluta; una vida de santidad es realidad absoluta; lo demás en la existencia es relativo, cambiante, circunstancial y, por ende, irreal.


Mucha gente vive, se mueve y tiene su ser en lo irreal; y lo más grave del caso es que creen que están en lo real.Toman por real lo que es ilusorio y banal y por eso el mundo está lleno de conflictividades, guerras y violencia.


Según el místico y filósofo hindú Jiddu Krishnamurti, de fama y admiración mundial, tomado de su super best seller por más de 60 años, denominado A LOS PIES DEL MAESTRO, acota lo siguiente: «Entras tú al sendero porque has aprendido que solamente en él pueden encontrarse cosas que merecen ser alcanzadas. Los hombres que no saben, trabajan por conquistar riquezas y poder, pero éstas duran a lo sumo una sola vida; por lo tanto, son irreales. Hay cosas más grandes que esas; cosas que son reales y perdurables; y una vez descubiertas se extingue el deseo por las otras.»


Los hacedores de guerras que cometen terribles crímenes contra la Ley del Amor ( No matarás, no violaras, no cometerás fraude, acciones abominables, etc.), con seguridad nunca se habrán leído este pensamiento de Krishnamurti; mucho menos habrán escuchado hablar de esta perla invalorable del Divino Maestro Jesús que dice: «Busca primero el reino de Dios y su Justicia y lo demás se te dará por añadidura!» (Mateo 6: 33). Fin.

@kaledyorde