La inflación interanual en Estados Unidos aumentó a 7,9%, su alza más pronunciada desde 1982 y augurio de un aumento de precios incluso mayor en los próximos meses.
La cifra reportada el jueves por el Departamento del Trabajo abarca los 12 meses concluidos en febrero y no incluye los efectos de los aumentos de los precios del gas y petróleo a raíz de la invasión rusa de Ucrania. Desde entonces, los precios de la gasolina en Estados Unidos han aumentado en promedio unos 62 centavos por galón 4,32 dólares, según AAA.
Aun antes de la guerra la inflación estaba en alturas no vistas en 40 años debido a las medidas de la administración Biden con su política de energías limpias y restricciones severas a la industria petrolera estadounidenses, además del cierre de las lineas de oleoductos desde Canadá a un precio fijo acordado durante el gobierno del expresidente Donald Trump.
Los precios de la gasolina explican casi un tercio de este incremento, con un aumento de 6,6% con respecto a enero.
El mes pasado también sufrieron aumentos los rubros alimentación (1,0%), especialmente en tiendas (1,4%), mientras que el incremento en restaurantes fue mucho más moderado (0,4%).
Además de eso los precios de las viviendas, que abarcan una tercera parte del índice de precios del gobierno, han aumentado pronunciadamente, una tendencia que previsiblemente seguirá en los próximos meses.
El reporte difundido el jueves mostró también que la inflación aumentó 0,8% de enero a febrero, un alza comparado con el 0,6% registrado de diciembre a enero.
Los productos alimentarios tuvieron su mayor incremento en 12 meses desde 1981 (7,9%).
La inflación sube a un paso más acelerado y eliminó los aumentos salariales recibidos el año pasado, lo que dificulta a la mayoría de los estadounidenses pagar por necesidades como alimentos, gas y alquiler.
Como consecuencia, la inflación se ha vuelto la principal amenaza política para el presidente Joe Biden y los demócratas en el Congreso de cara a las elecciones de noviembre. Los dueños de negocios pequeños dicen en sondeos que es también su mayor preocupación.
Tratando de frenar la inflación, la Reserva Federal se apresta a elevar las tasas de interés varias veces este año, comenzando con un alza moderada la semana próxima, después de 11 meses de restarle importancia al asunto.
La Fed enfrenta un reto difícil luego de su inacción durante meses: Si las sube demasiado este año, pudiera debilitar el crecimiento económico y desatar una recesión.
Todas las miradas se concentran en la Reserva Federal, que sostendrá el martes y miércoles su reunión de política monetaria, en la cual debería decidir un primer aumento de tasas de interés en dos años. De ser moderada, analistas consideran que en el punto en que se encuentra la inflación en EEUU provocará un impacto mínimo.
Los precios de los combustibles, que se dispararon tras la invasión de Rusia a Ucrania, subieron de nuevo esta semana luego de que Biden decidió prohibir las importaciones de crudo ruso. Los precios bajaron el miércoles tras reportes de que los Emiratos Árabes Unidos van a llamar a otros miembros de la OPEP a aumentar su producción, pero eso luce como una corrección de mercado y no como una señal positiva.
El crudo estadounidense se cotiza a 108,70 dólares por barril. No obstante, antes de la invasión de Rusia en Ucrania registraba cifras superiores a los 96 dólares en EEUU.
AP y AFP