Por estos meses, la migración de venezolanos, se califica de migración de supervivencia tal definición, obedece a connsiderar los temores de quienes toman esta determinación, tras no querer permanecer en el país y negarse a seguir perdiendo libertades.
La migración ha tenido varias definiciones en su complejo y creciente desarrollo, constituyendo seria preocupación, no solamente para el país, que ha vivido la disminución de su población en más de 6 millones de habitante, aunque es válido señalar, que no existen cifras exactas debido a la falta de estadísticas confiables, presentadas por el gobierno que de paso, la niega.
En esta última etapa, llamada de supervivencia la mayor pérdida la representan los jóvenes venezolanos quienes según los investigadores, no regresarán en corto tiempo luego, de darse un cambio de régimen. Las consideraciones para estas conclusiones, obedecen a distintas situaciones que inciden en la situación.
Es una situación compleja y dolorosa, esta denominación dada a los migrantes, quienes además del miedo para permanecer en el país, también enfrentan otras causas en los países de acogida, como; rechazo y estigmatización al igual que la carencia de normas para aplicárseles conforme el Derecho Internacional.Y dentro de estas, una creciente xenofobia generadora de violencia incontenible muchas veces.
La migración venezolana, reviste un caso de estudio tanto a nivel nacional, de la región y de otras instancias internacionales, que tratan de dilucidarlo en sus caracterizadas y diferentes etapas desde varios años, tomando en cuenta su empeoramiento como deriva de la crisis nacional, afectada en sus ambages institucionales.
La oficina de población de la ONU estableció la nuestra, para el año 2020 en 28.436.000 de habitantes y casualmente señaló que la cifra, era igual a la de 2010.Un año después en 2011 se realizó nacionalmente, el Censo de Población y Vivienda que arrojó una población de 30 millones de habitantes. Es decir, se había incrementado la misma, casi 2 millones en un lapso de 1 año.
Aquel Censo de 2011,encendió las luces amarillas al divulgar algunos indicadores sobre el comienzo de envejecimiento en la población, condición que se ha reforzado en los más recientes estudios, que señalan que Venezuela es un país, de adultos mayores y de niños.
Asimismo, en este orden de ideas, Venezuela, es el único país en América Latina, que se ha convertido en un país expulsor y también un caso singular en cuanto, en cuanto perder parte importante de su población.
La Encuesta de Calidad de Vida, Encovi, realizada entre las Universidades UCV, UCAB, Simón Bolívar- arrojó en su última medición el pasado año- resultados nada alentadores en cuanto al agravamiento de la crisis humanitaria referida en este artículo y destacó un decrecimiento de la natalidad en contraposición al aumento de la mortalidad, identificada en mayor proporción en grupos etarios entre la niñez, especialmente en menores de 3 años de vida y 30 años.
El problema migratorio, se ha llevado en buena proporción a un número significativo de padres y en consecuencia, se registra un aumento en más del 50% el número de mujeres jefes de hogar. En caso, que sean ambos quienes migran e impedidos de llevarse los niños, los dejan al cuidado de los abuelos, y tal decisión, constituye para los pequeños un problema de adaptación igual para los abuelos en condiciones limitantes para atender con eficiencia la carga infantil.
Varias instancias desde oficinas de la ONU como Acnur, también la OEA entre otras, se han interesado por este hecho de tanta relevancia debido al sufrimiento de la familia venezolana, fracturada en su primera conformación social. El problema, se agudiza por el desconocimiento exacto de la cifra de migrantes, porque el gobierno impide el acceso al conocimiento del problema.Se estima, no obstante, que cada día desde la frontera por Cúcuta salen más de 1000 personas.
Muchos se establecen en Colombia el más grade en acogida, con una cifra cercana a los 2 millones de personas. También es Colombia, el país, que más ha hecho por regularizar la situación desencadenante de graves consecuencias indeseables como trata de personas que ha concluido con el desmantelamiento de bandas criminales que operan preferentemente en la zona limítrofe de Táchira- Cúcuta.
La Encuesta de Calidad de Vida, Encovi desde la contribución de la UCAB se realiza a través del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales, dirigida por Anitze Freitez quien al mismo tiempo, coordina el Observatorio Venezolano de Migración, OVM dependiente del mismo IIES.
Los trabajos desde este Observatorio, sorprenden en sus complejos resultados. Desvelan asuntos sobre la situación y señalan que los países de acogida, fundamentalmente en América Latina, no estaban preparados para esta situación, y en estas precarias condiciones del país, es bueno acotar que por años,Venezuela, fue un país receptor de grandes oleadas migratorias, de manera, que el viraje a convertirse en expulsor, impone condiciones distintas y particulares a este proceso que en su primera etapa estuvo marcada por la salida de nuestros inversionistas hacia otros países.Luego, correspondió la segunda etapa, a profesionales con suficiente créditos académicos y profesionales y posteriormente, desde hace dos años: la salida incontenible de jóvenes como señalamos.
Hay en estas serias consideraciones para abordar de la manera más exacta el problema, la preocupación por el regreso de quienes se marcharon. También, angustia por la pérdida de millones de compatriotas, fallecidos muchos en el camino. Persiste la duda, que busca aproximarse al desenlace para frenar el éxodo devorador de paz y tranquilidad del venezolano.
@eneidavalerio