El presidente, Joe Biden, aseguró que disminuir la subida de precios va a ser una de sus «principales prioridades», ya que «daña los bolsillos de los estadounidenses».
La tasa interanual de inflación en Estados Unidos se disparó en octubre hasta el 6,2%, en medio de la fuerte demanda de los consumidores y los problemas en las cadenas de suministro globales tras la crisis provocada por la pandemia. Este es el mayor aumento registrado desde noviembre de 1990, precisó el Departamento de Trabajo en un comunicado. «La inflación daña los bolsillos de los estadounidenses, y revertir esta tendencia es una prioridad principal para mí», dijo el presidente estadounidense, Joe Biden, tras conocerse el dato.
Los precios de consumo subieron en un mes nueve décimas, informó este miércoles la Oficina de Estadísticas Laborales. Se trata del quinto mes consecutivo en el que la inflación interanual se sitúa en Estados Unidos por encima del 5%. El dato del mes pasado genera especial inquietud, ya que muestra un alza más generalizada que en meses anteriores, que se había centrado en sectores específicos. Si se excluyen los precios de alimentos y combustibles, que son los más volátiles, la inflación subyacente en octubre fue del 0,6%, con una tasa anual del 4,6%.
Los precios de la energía subieron en octubre un 4,8% y los de los alimentos subieron un 0,9 %, según el informe del gobierno. En concreto, los precios que pagan los consumidores por la gasolina aumentaron un 6,1% el mes pasado y han subido un 49,6% en un año. Los datos añaden presión a la Reserva Federal (FED), el banco central estadounidense, que ya ha anunciado que comenzará a reducir gradualmente a partir de este mes el multimillonario programa de compra de bonos lanzando para apoyar a la economía tras la crisis provocada por la pandemia. La FED tiene previsto celebrar su última reunión del año de política monetaria el 14 y 15 de diciembre.
La semana pasada el Congreso estadounidense aprobó una ley de infraestructuras que prevé grandes inversiones públicas por un monto de 1,2 billones de dólares. Además, está tramitando un proyecto de ley para mejora de los servicios sociales y lucha contra el cambio climático que prevé otros 1,75 billones en gasto público. Un elevado gasto público, normalmente, puede causar inflación. «Según todos los indicios, la amenaza que supone la inflación récord para el pueblo estadounidense no es ‘transitoria’; por el contrario, está empeorando», dijo en Twitter el senador demócrata Joe Manchin, uno de los que objeta el costo del aumento del gasto social.
EFE / AFP