Chavismo depende del «voto duro» en medio de la peor crisis de la historia de Venezuela

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Luego de 22 años de administraciones chavistas y en medio de la peor crisis de su historia reciente, todavía hay fieles seguidores del gobernante Partido Socialista de Venezuela (PSUV), que hacen campaña electoral por el oficialismo para las elecciones de gobernadores y alcaldes del 21 de noviembre en Venezuela.


Es voto fiel que, explican, busca mantener el legado del fallecido expresidente Hugo Chávez, padre de la llamada Revolución Bolivariana, y los programas sociales que aseguran estarían bajo amenaza si la oposición llega al poder.

«Vendrían por nuestras cabezas… se acaban las misiones, se acaban las pensiones, se acaban los Clap, se acaba todo eso», asegura Iraida Gaela, habitante de Maracay, Aragua, en el centro del país.

Fiel seguidora del chavismo, Iraida ha salido los últimos días por su barrio para convencer a sus vecinos de salir a votar. Lleva un registro detallado de los votos «duros» con los que cuenta para estos comicios, en los que las encuestas dan ganador en todos los escenarios al chavismo.

Venezuela transita su octavo año en recesión y cuarto en hiperinflación, en medio de la mayor crisis de la historia moderna de la otrora potencia petrolera, que ha disuelto el poder adquisitivo del ciudadano de a pie.

Aragua por ejemplo, su estado natal, ha sido gobernado por el chavismo durante 22 años, y hoy los ciudadanos sufren constantes apagones eléctricos, escasez de gasolina y gas doméstico. Aun en estas circunstancias la oposición no es opción para esta chavista.

«Tenemos a un Gobierno que nos ayuda a través del carnet de la patria y nos llegan bonos, ayudas que compensa ese poco dinero que nos entra a través del sueldo», justifica Iraida, convencida.

La Unión Europea supervisa las elecciones por primera vez en 15 años

Lo mismo ocurre en Catia, un bastión oficialista en Caracas. Lilian Francia se aferra a una foto del fallecido expresidente Hugo Chávez, como quien venera a un santo. Tiene una en blanco y negro de cuando el exmandatario socialista terminó la carrera militar y otras, ya en campaña.

Lilian reconoce fallas del Gobierno, pero lo excusa.

«En el Gobierno hay fallas, pero tenemos ahorita al hombre que escogió Hugo Rafael Chávez Frías que es Nicolás Maduro y lo escogió para que él fuera el que llevara este timón y no ha sido fácil», asegura.

A sol y a sombra, recorre calles, toca puertas… ofrece asistencia con traslados para el día de la elección. No desfallece en su afán de lograr el triunfo de su candidato a alcalde, que ha prometido progreso económico.

«Eso será una fiesta, tenemos que salir todos a votar», exclama siguiendo el discurso oficial. El presidente Nicolás Maduro, sin ningún tipo de riesgo a su poder en esta elección, promete eso: «una gran fiesta».

Las regionales serán acompañadas por una misión de la Unión Europea, que tiene acceso al país por primera vez en 15 años.

También marcan el regreso de los principales partidos de oposición a la vía electoral, luego de tres años llamando a la abstención.

Según encuestas, entre el 76 y 80% de los venezolanos desea un cambio político en el país, pero la poca confianza en el voto y estas divisiones entre líderes opositores, reducen los chances de triunfo en cualquier elección.

France24