Kaled Yorde: Una ética mundial (Parte II)

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La pregunta que dejamos formulada en la anterior entrega, fue del siguiente tenor: ¿Por qué es importante la implementacion de un modelo ético global en el comportamiento? La respuesta es multiple: 1) Porque incentiva un modelo de regla coincidente que pueda ser aceptada por todas las culturas que existen en el mundo; 2) Porque es necesario evitar una confrontación entre civilizaciones, lo que Huntington denominó «El choque de civilizaciones»; 3) Para paliar la crisis existencial de estos tiempos; 4) Para  mejorar  la calidad de vida; 5)  Para alcanzar la excelencia humana a través de un organizado proyecto de educación en Valores Humanos; 6) Por los deberes comunes que necesariamente tienen que existir y cumplirse por todos los hombres. De hecho, la colaboración entre personas de distintas culturas e intereses, facilitaría los acuerdos globales y se disminuirían y mitigarían los conflictos cuando todos los hombres y grupos se sientan unidos y motivados por deberes humanos.7) Para que los valores y principios de una ética global procuren construir puntos comunes de referencias en aras de lograr una orientacion moral mínima  que deba ser tenida en cuenta por el mundo en sus múltiples  esfuerzos de resolver los problemas globales.

Una fuente importante para elaborar un catálogo de Etica Global es lo que la Comision Mundial de Cultura y Desarrollo destaca  como elementos procedentes  de la  cultura civil global (Global Civic Culture). Estos elementos están expresados en cinco principios que son: A) Derechos y deberes humanos; B) Democracia y elementos de una sociedad civil; C) Protección de las.minorias; D) Compromiso a favor  de una pacifica solución de los conflictos y unas negociaciones honestas; y E) Equidad en las relaciones intergeneracionales.

Como se puede inferir de estos cinco pilares éticos de la autoría del filósofo Hans Kung, su motivación y objeto no es otra cosa que la búsqueda del bienestar del hombre y de alcanzar la excelencia humana. Para alcanzar ese nivel de excelencia humana, es imprescindible resolver a la brevedad posible el problema de la pobreza y de la exclusión. Esto tiene que ver y comprende el aseguramiento del derecho que todos tienen de alimentarse  adecuadamente, de tener empleo, vivienda saludable, servicio de salud pública,  educación, libertades individuales, derecho a poseer bienes, familia, cultura y demás garantías  que las  Cartas Magnas le señalan al ciudadano y que vienen a ser parte de lo fijado y declarado por organizaciones como la ONU y sus dependencias, tales como la UNESCO, entre otras. En cualquier otra oportunidad podríamos detallar   la naturaleza y las particularidades de esos cinco pilares éticos.

Para llevar a cabo esa magna tarea de normalizar un proyecto de ética global que unifique criterios morales, es necesario un profundo y sustancial cambio en la estructura mental, la del pensamiento y la motivación de los actos humanos, partiendo del segundo gran Mandamiento mosaico, AMA A TU PRÓJIMO  COMO A TÍ MISMO, y conjugándolo con la máxima universal que señala:  NO HAGAS A OTROS LO QUE NO TE GUSTARÍA QUE ALGUIEN TE HICIERE A TÍ,  o su versión cristiana en positivo: HAZ AQUELLO QUE A TÍ TE GUSTARÍA QUE  LOS DEMÁS HICIEREN CONTIGO.

Una clave determinante vendría a ser educar a los niños desde temprana edad, al igual que a los jóvenes en Valores Humanos, y sustituir  la frase hobbesiana  del  «Homo hominis lupus» acuñada por el filósofo británico Hobbes, por otras que digan lo opuesto,  tales como: El hombre es el buen samaritano de su prójimo, o esta otra: Somos milicianos al servicio de la paz y de la solidaridad, con la consigna de: «Ama,  se justo y servicial, puesto que eso es bondad pura en acción «.Surge una  pregunta: ¿Por dónde comenzar? Trabajando sobre las cuestiones que separan a la humanidad, aquellas que crean divisiones. ¿Qué es lo que más divide a los hombres? Primero, las creencias religiosas sectarias, intolerantes y fundamentalistas; segundo, la política y las ideologías que generen confrontaciones, resentimiento y revanchismo; y tercero: La problemática de discrimibacion racial.Estas tres importantes corrientes de pensamiento y de actitudes, boicotean flagrantemente  el mandamiento de amar al prójimo como nos amamos a nosotros mismos.

La segunda conclusión que se saca de lo expuesto es de orden ontológico: El problema está en el hombre, en el ser, no en los sistemas políticos, religiosos y económicos. De hecho, ningún sistema, así como tampoco alguna creencia religiosa, son capaces de arreglar al mundo. No tienen la fuerza coercitiva requerida para lograrlo, puesto que de lo que se trata es de una notoria AUSENCIA TOTAL DE AMOR AL PRÓJIMO, predominando el odio, los egoísmos   la intolerancia religiosa, política  y racial.  Explica Kung que » Todo intento que se haga con el objeto de formular una especie de  Declaración de una ética global, tiene necesariamente que partir de la  Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que viene a ser un fruto cosechado del Derecho Natural; de la Declaración de los atributos divinos contenidos en los diferentes Textos Sagrados del judaísmo, cristianismo y el Islam, entre otros, así como también por las tradiciones exotéricas y esotéricas occidentales y orientales. De igual manera, debe partir de los recursos culturales, las ideas, experiencias emocionales, recursos históricos  y las orientaciones espirituales de los pueblos ( Report of the World Comission on Culture and Development, Our Creative Diversity).

La crisis de la humanidad cesará cuando el hombre sea consciente de  su naturaleza espiritual, la asuma y obre desde ese nivel en su trato con los demás. A eso se le denomina OBRAR CON  CONCIENCIA, es decir, como dioses encarnados.

A pesar de la diversidad cultural entre pueblos y naciones, se pueden sacar numerosos elementos que son comunes para servir de andamiaje estructural de una ética global, a manera de puentes interculturales que contengan múltiples coincidencias entre los  variados y disimiles puntos de vista. El eclipse total de amor y de protección de la naturaleza, el medioambiente y de las almas  compañeras de evolución, todas ellas pasajeras a bordo del planeta tierra;  la falta de tolerancia y de egoísmo, son señales inequívocas de que tampoco la gente ama a Dios sobre todas las cosas (Primer Mandamiento). Dios es el creador del hombre mismo, por lo que la humanidad entera es de origen divino.  Al no haber amor y bondad, justicia social, tolerancia y   solidaridad, no se está amando al Padre creador.

@kaledyorde