Una doble explosión ha causado este jueves una masacre en la puerta este del aeropuerto de Kabul. Con escasos minutos de diferencia, los dos atentados suicidas se han producido en la conocida como Abbey Gate -el lugar por donde han cruzado la mayoría de personas que han tratado estos días de ser evacuadas de la capital afgana- y en las inmediaciones del cercano Hotel Baron, punto de encuentro de quienes van a ser evacuados. Según fuentes sanitarias, las víctimas mortales ascienden a al menos 60 afganos y 13 militares de EEUU (uno de ellos médico marine). Los heridos superan el centenar. Los talibán han confirmado que entre los muertos hay menores.
Visiblemente emocionado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha advertido a los terroristas: «A los que dañen EEUU, os digo: no os vamos a perdonar, no lo vamos a olvidar, os vamos a cazar y os lo vamos a hacer pagar. Vamos a responder con fuerza en el sitio que sea. Estados Unidos no será intimidada».
Previamente, el general Kenneth McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos a cargo de Afganistán, ya había advertido de que las fuerzas estadounidenses están «preparadas y listas para defenderse» de posibles nuevos ataques del Estado Islámico -que ha reivindicado el doble atentado-, algo que no descartan. Por su parte, los talibán «condenaron» los atentados en un «área bajo la responsabilidad de las fuerzas de EEUU».
Según apuntaban las primeras informaciones, el atentado se habría ejecutado con un conocido como SVBIED o vehículo bomba, capaz de provocar multitud de muertos. El Pentágono explicó únicamente que se ha tratado de un «ataque complejo». En las últimas horas, varios países habían detenido los procesos de evacuación, que tenían previsto completar este viernes, citando «amenazas creíbles» de atentados por parte del Estado Islámico en el Jorasán (ISIS-K), la rama afgana del también conocido como Daesh que ha reivindicado la autoría de la matanza.
Tras las explosiones, el caos se ha apoderado de los afganos que se concentraban en el exterior del recinto con la esperanza de escapar del régimen talibán que tomó el control de Afganistán. Los heridos graves eran transportados en carretillas. «Supervivientes, cuerpos y trozos de carne fueron echados a un canal cercano» describió un testigo presencial, Milad, a la AFP.
«Cuando la gente escuchó la explosión fue el pánico. Los talibán empezaron a disparar al aire para dispersar a la gente», añadió un segundo testigo. «Vi a un hombre corriendo con un bebé herido en sus brazos». Este hombre aseguró que en la confusión perdió todos los documentos que le hubieran permitido abordar un vuelo con su mujer y tres hijos. «No quiero volver al aeropuerto nunca más. Maldito sea Estados Unidos, su evacuación y sus visados», exclamó.
Horas después del doble atentado, una tercera bomba lapa explotaba en el centro de Kabul, sin causar por el momento víctimas.
Los militares españoles desplegados en Afganistán se encuentran a salvo tras las explosiones, según han informado fuentes del Ministerio de Defensa. Tampoco hay bajas entre las tropas italianas, británicas y alemanas.
Afectarán las evacuaciones
«No seremos disuadidos por terroristas. No les permitiremos detener nuestra misión. Continuaremos la evacuación», dijo Biden en una comparecencia tras los atentados, al tiempo que confirmó que -pese al ataque- Washington no pretende cambiar el objetivo de retirada del país el 31 de agosto.
Por su parte, el Reino Unido seguirá adelante con la evacuación de Afganistán «hasta el último momento» pese a los atentados, afirmó Boris Johnson al término de una reunión de crisis de su gabinete convocada esta tarde. «Vamos a trabajar a fondo, los militares, los equipos del ministerio de Relaciones Exteriores, de Interior y Fronteras que están allí, haciendo salir a la gente tan rápido como puedan, y vamos a seguir hasta el último momento», ha afirmado en declaraciones a medios británicos.
Johnson señaló que, una vez finalizada la evacuación, comenzará «una segunda fase» en la que se espera que el G7 y la comunidad internacional entablen conversaciones con el régimen talibán para lograr «un Gobierno inclusivo y representativo». «Estos atentados han demostrado que no va a ser fácil, concluyó. Los atentados frustraron el intento de evacuar a 200 afganos contratados para defender la embajada británica en Kabul.
Francia intentará evacuar aún a «varios cientos» de afganos de Kabul, pero no garantiza el éxito de la operación porque «ya no tenemos el control», ha dicho Emmanuel Macron, cuya misión está «en conversaciones con los talibán» para garantizar su salida.
Por su parte, la canciller Angela Merkel ha denunciado el atentado «absolutamente despreciable». «Los acontecimientos de esta tarde muestran que el riesgo es inmenso y que se trata de una situación muy, muy tensa para sacar a la gente del país», añadió Merkel antes de un discurso en Berlín.
La ministra alemana de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer, anunció además el fin del puente aéreo desde Kabul para evacuar a los nacionales alemanes y los colaboradores afganos. «Todos los soldados, el personal de Exteriores y la Policía Federal han salido de Kabul», aseguró la ministra de Defensa, que recalcó que Alemania ha evacuado a «toda la gente posible».
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, reiteró la petición de la Unión Europea de garantizar vías de acceso seguras hacia el aeródromo. En un mensaje en Twitter, el presidente de la institución que representa a los Estados miembros de la UE aseguró que están «siguiendo de cerca la situación» y trasladó sus condolencias a las víctimas y sus familiares.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha afirmado que las fuerzas aliadas tenían que seguir evacuando a la mayor gente posible de Kabul tras las explosiones. «Condeno firmemente este atentado terrorista horrible (…). Nuestra prioridad sigue siendo evacuar a la mayor cantidad de personas a un lugar seguro lo más rápido posible», tuiteó Stoltenberg.
En este penúltimo día de evacuación de civiles -estaba previsto que durante el fin de semana y hasta el próximo martes se complete la salida de tropas-, cientos de afganos seguían agolpándose junto a la puerta este, con o sin salvoconducto para ser evacuados. Buscaban una oportunidad para huir de la amenaza de los talibán o de previsibles paupérrimas condiciones de vida.
Lluís Miquel Hurtado / El Mundo