José Aranguibel: ¿Lección aprehendida?

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“Para resolver grandes problemas ya no se puede trabajar más individualmente” Juan Miguel Ávalos

Un proverbio nada chino sino más bien un decir muy maracucho da por sentado que en política dos+dos no son cuatro cuando tenemos por costumbre hacer ejercicios mentales de lo que pudo ser pero no lo fue o lo que parecía ser y tampoco lo será, a propósito de las discusiones que la oposición en el Zulia viene adelantando en relación con las elecciones del 21N en cuanto a la selección de los candidatos a gobernador, alcaldes, concejales y diputados al Consejo Legislativo que deben estar seleccionados antes del 29 de agosto, cuando el CNE cerrará la oficina donde cada uno de esos hombres y mujeres deberán tener rubricada su aceptación de ser postulados.

Vale decir a lo maracucho que los dirigentes políticos de AD, PJ, UNT y VP del llamado G4 andan a millón y esmollejados de reunión en reunión, atendiendo llamadas telefónicas, leyendo e interpretando estudios de opinión —léase encuestas— recibiendo apoyos individuales, evitando las zancadillas de judas y fariseos que también los hay y mucho o pateando las calles de barriadas, urbanizaciones o sectores populares donde están los votos y vive la gente que no la ha tenido nada fácil a medida que ha pasado cada año de los 22 de la Revolución Bonita que llegó en hombros de miles de venezolano en oferta electoral bañada en votos que resultó ser un fiasco al pasar de los años, dado que hoy la realidad es que las familias venezolanas y zulianas no tienen buena calidad de vida, sino que sobreviven para medio comer, no enfermarse o que no los agarre el Covid-19 y los envíe a la otra vida. También el vía crucis de caminar a diario buscando agua limpia, sin color a papelón, que permita su consumo debido al irrespeto, burla e ineficiencia de Hidrolago. Esa empresa debería cerrar sus puertas y convertirse en museo del horror.
Otro mal pasatiempo, obra revolucionaria del Siglo XXI, es cocinar con leña por la escasez de bombonas o sacar cuentas para estirar las tres lochas del salario mínimo o la pensión representada en la figura de Simón Bolívar que más bien es un irrespeto al legado del “Gran Caraqueño”, porque el valor del dinero dejó de ser “Fuerte” y después el populismo oficial lo convirtió en “Soberano”, no se sabe de qué o con motivo de qué, cuando lo cierto, lo verdadero del día a día es que el ama de casa o el jefe de familia deben volverse magos para comprar alimentos baratos, medicinas, vestir a los hijos o aguantar las lágrimas cuando le toca despedir a un hijo, hija, hermano, familiar o al amigo que decidió huir de su patria a otras tierras donde eso que los economistas llaman calidad de vida es posible y no seguir a la espera que los bonos y la caja Clap sigan siendo pan para hoy y hambre para mañana.

En el Zulia ese drama de las familias lo conoce la dirigencia opositora. Sabe que no hay espacio para la mentira, ni el engaño y en eso la gente que padece, sufre y aspira a un mejor vivir conoce a cada pasajero por su maleta. Sabe quién es quién. Por eso, los aspirantes a cada posición gubernamental, andan abriéndose paso a lo interno de las organizaciones políticas para cuadrar su candidatura y luego refrendar el compromiso electoral conectando la palabra con el corazón y el cerebro por respeto a los electores.

Hasta ahora si van a primarias o no, si la figura es el consenso o la aclamación, es al parecer caso ya resuelto en relación con el candidato a la Gobernación del Zulia que en la figura de Manuel Rosales aglutinará a la unidad opositora para rescatar la silla del palacio de Los Cóndores que ganó el oficialismo, —en diciembre de 2012 cuando ascendió Francisco Arias Cárdenas—, gracias a la gestión sectaria y de oídos sordos de Pablo Pérez Álvarez quien tuvo el triste honor de regresarle al oficialismo la principal gobernación del país que la oposición dirigía desde el año 2000. Otra oportunidad de oro la vivimos los zulianos en octubre de 2017, cuando más de 700 mil almas le dieron la bandera de ganador a Juan Pablo Guanipa, cuando derrotó al líder del 4F Francisco Arias Cárdenas, pero lo increíble, lo inimaginable y que todavía es tema de análisis, fue su decisión de no juramentarse para asumir el cargo porque debía hacerlo ante la Asamblea Nacional Constituyente, la misma que convocó a esos comicios y que el dirigente no cuestionó, sino que aceptó. Esto ya es historia, pero hoy es valedero recordar esos sucesos y no dejar que el tiempo los desaparezca. Convencido que tenía la razón no hubo forma ni manera que el dirigente de PJ reconsiderada su movimiento estratégico que mucho le ha costado a esta región del Occidente venezolano. En época más cercana Enrique Capriles Radonski admitiría ese grave error. En razón de la vacante, el CNE llamó a un nuevo proceso en diciembre de 2017 cuando midieron fuerzas Manuel Rosales y Omar Prieto, oportunidad en la que el dirigente opositor ya tenía plomo en las alas cuando guerreros del teclado y dirigentes opositores que no disimulaban ni guardaban las apariencias dedicaron tiempo y esfuerzos a promover la abstención en ese proceso electoral que impidió el triunfo opositor develando que la unidad no era de la boca para afuera. Esa conducta, la historia será la encargada de juzgar.

En el escenario electoral interesados en ser Gobernador del Zulia están, además, Elíseo Fermín, formado en AD desde muy joven, pero hoy caminando de la mano con Bernabé Gutiérrez, a quien el TSJ le asignó la “gloriosa tarjeta blanca” secuestrada a su originarias autoridades como igual lo han hecho con PJ, VP, Copei y otras organizaciones. De allí que el humor criollo le asignó a esta “dirigencia opositora” el calificativo de “Alacranes”.


Asimismo, José Sánchez Montiel “Mazuco” aspira a la principal silla del palacio de Los Cóndores. Él hace el esfuerzo solo pero sabe que la carrera no es fácil ni seguro llegar. Otra figura del mundo democrático es Juan Carlos Velasco aspirante a la misma posición por la AD, diríamos de los originales, dirigidos por Ramos Allup. Si impera la sensatez y que no siga prolongándose el dolor de la gente, ellos deberán sumarse a la opción ganadora o pasar a la historia como promotores de otra entrega del Zulia. En cuanto al tema de quienes serán los favorecidos a salir como candidato a alcalde; en el caso opositor de Maracaibo, tres figuras llaman la atención de analistas. Ellos son Rafael Ramírez y Pablo Pérez Álvarez, ambos de PJ y Juan Carlos Fernández quien militó en UNT y decidió hacer maletas hace tiempo y hoy no tiene un soporte electoral que empuje su aspiración que ha venido construyendo de a poquito en poquito y trabajando como hormiguita en las comunidades marabinas.


Corren versiones que en PJ están deshojando la flor entre Rafael Ramírez y Pablo Pérez. En PJ unos hablan de primarias, pero otros saben que tiempo no hay. Ambos saben que una decisión ejecutiva de la dirección nacional de PRIMERO JUSTICIA podrá llegar en cualquier momento. Ramírez cree, sabe y está convencido que él será el favorecido y su confianza la soporta su trabajo en cada responsabilidad que le ha sido asignada. En tanto Pablo Pérez llegado hace sólo días del Imperio está echando el resto para arrimar a su lado la decisión que más le puede convenir a la oposición zuliana de lograr ganar el 21N la Gobernación y las 21 alcaldías. Pérez Álvarez no tiene a su favor, digamos, exceso de credibilidad en la familia de PJ donde recuerdan su abrupta salida de UNT donde en su función de muy deficiente tarea de Gobernador del Zulia su acción pareció haber estado dirigida más bien a borrar la obra de Rosales durante ocho años en el mismo cargo.


En el municipio San Francisco que forma parte fundamental del corredor electoral también está barajándose hacer o no primarias entre el periodista de UNT, Gustavo Fernández Méndez y Julio Montoya Mederos de PJ. El segundo quizá no haya estado más cercano que el primero de convertirse en Alcalde de San Francisco. Fernández Méndez en 2017 fue víctima igual que Manuel Rosales a la Gobernación del Zulia y Juan Carlos Fernández a la Alcaldía de Maracaibo de ser derrotados más por el egoísmo y la desunión de factores democráticos que apostaron a la abstención y permitieron que en San Francisco, Maracaibo y el palacio de Los Cóndores el oficialismo con una sola piedra matara tres pájaros y el progreso, desarrollo y modernización del estado Zulia quedará detenido en el tiempo.

El que esté libre de culpas que tire la primera piedra. No olvidemos que lo trascendente, responsable y que no perdonará la historia es que lo que está en juego es el futuro del Zulia y de sus generaciones. ¡Es hora que la lección ya esté aprehendida!

José Aranguibelr Carrasco