La codicia de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) por el poder en Venezuela ha terminado en “gobernabilidad autoritaria” y la existencia de un “Estado cuartel”, en el cual los militares controlan ministerios, empresas del Estado, gobernaciones y parlamentos nacional y regionales.
Los cuarteles sienten los “daños colaterales” por la intromisión de sus superiores en la política y en el Gobierno. Los uniformados son insultados en las calles por negarle al pueblo, que alegan defender, el acceso a la gasolina, a la comida o a algún servicio público.
En algunos casos, son sacados por la fuerza de lugares o golpeados -como pasó en Barinas el 14 de diciembre de 2020-; lo que se repitió el 1o de julio en 2021, en el estado del promotor del chavismo, Hugo Chávez, y también ha sucedido en cadena en Zulia, Falcón y Lara, entre otras regiones.
“Se perdió el respeto al uniforme, a la institución por culpa de este gobierno que, no solo es ineficiente, sino que permite la inmoralidad, el matraqueo a los uniformados para que sobrevivan. Antes, se le llamaba la atención a un civil y lo acataba. Ahora, el pueblo está cansado y sale a reclamar, a golpear a quienes consideran sus verdugos”, lamentó un oficial retirado, cuyo nombre se reserva por razones de seguridad.
A principios de 2021, el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional (Ceofanb) estaba consciente de esta situación y, al igual que en 2018 y 2019, reiteró a los oficiales y soldados la prohibición de portar uniformes para así evitar ser objeto de agresiones en las calles.
¿Se perdió la institucionalidad de la FANB?
I. “Gobernabilidad autoritaria”
La injerencia de los militares en la vida nacional parte de 1999 cuando se eligió a Hugo Chávez como presidente, luego de su fracasado intento militar contra el presidente Carlos Andrés Pérez el 4 de febrero de 1992.
Era parte del plan del barinés y del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 para conservar la “revolución chavista”.
La primera herramienta fue el Plan Bolívar 2000, con el cual, los militares de altos cargos obtuvieron acceso a fondos públicos. 114 millones de dólares para la época.
Dato 1:
El Plan Bolívar 2000 implicó la incorporación de los militares a programas sociales. El presupuesto de 114 millones de dólares fue un foco de corrupción, que llevó en 2019 a levantar cargos a su principal administrador en los Tribunales, el general, ahora retirado, Víctor Cruz Weffer (Fuente: Medios nacionales, Tribunales).
Ya, en 2018, la directora del Instituto Venezolano de Estudios Sociales y Políticos (Invesp), Francine Jácome, señaló la existencia de un “socialismo militar” y que los hechos evidenciaban la pérdida de la FANB como factor a favor de la democracia, protector de la soberanía al privar lo ideológico y el pragmatismo por no ceder el poder político al sector civil.
“La gobernabilidad autoritaria se da en el marco de una institucionalidad democrática formal, pero con gobiernos personalistas y caudillistas con las Fuerzas Armadas como fuente del uso abusivo del poder. El fin: militarización de la sociedad”, Jácome en el informe “Los militares en la política y la economía de Venezuela”.
La experta participa en el Observatorio de Crimen Organizado y el Programa de Cooperación en Seguridad Regional en América Latina y el Caribe de la Fundación Friedrich-Ebert (FES).
Jácome indica que la unión cívico-militar en Venezuela se desarrolló en tres etapas. En la primera, entre 1999 y 2007, se buscó fortalecer una emergente élite económica, política y militar. La segunda etapa, desde mediados de 2007 hasta 2013, se centró en el proyecto del «socialismo del siglo XXI», en el cual se profundizaron la politización y la partidización de la FANB. Y la tercera etapa se inició tras la muerte de Chávez, cuando en abril de 2013 tomó el mando Maduro, periodo de «chavismo sin Chávez».
La coordinadora de Control Ciudadano, Rocío San Miguel, ubicó al Plan Bolívar 2000 como el primer instrumento de la ecuación ‘Caudillo-ejército-pueblo’, ideada por el sociólogo argentino Norberto Ceresole, el mentor ideológico de Chávez para adueñarse del poder en Venezuela, mecanismos que luego se profundizaron con los cambios legales en la constituyente de 2000, una serie de reformas legales y actos políticos implementados en los últimos 20 años.
Ceresole (1943-2003) aupó a Chávez a ser el líder de un movimiento político en América y defendió al peronismo, a las milicias izquierdistas y fue señalado de ser neofascista y antisemita.
“El Plan Bolívar fue nefasto”, ironizan dirigentes del Partido Comunista de Venezuela (PCV), aliado de Chávez y ahora crítico de Nicolás Maduro, por la estela de corrupción, maltrato a civiles, apropiación de cargos públicos que deja la intromisión de los militares en el ámbito político. “Expropiaron hasta las proclamas socialistas cuando su accionar político es capitalista”, señalan.
Hugo Chávez abrió las puertas del poder a sus compañeros de armas a la administración del Estado, bajo la premisa de la “unión cívico-militar”, y fue así como pasaron a tener sillas en el Consejo de Ministros, cargos en institutos, y posteriormente el apoyo para que fueran al Poder Legislativo, gobernaciones y alcaldías.
Los porcentajes de presencia de oficiales en los ministerios varían con los años y cómo fluye la situación política del país, en especial en momentos de inestabilidad. Entre 2012-2016, fue de 52%.
En 2017, en medio de las protestas y 3.000 detenidos por esta causa, ocuparon 47,75% de los cargos, siendo el más alto hasta ese momento, señalan informes de la asociación civil Control Ciudadano, organización que monitorea el funcionamiento de la institución armada.
A partir de 2020, la cifra bajó a 29%, debido a la falta de recursos públicos -que se tradujo en una disminución en la compra de armas, mantenimiento de equipos-; atribuidas a las sanciones a personeros del gobierno; y a la crisis económica.
Jácome describe el momento histórico así: “Por carecer de ascendencia sobre el sector militar, y una creciente dependencia para mantenerse en el poder, Maduro no solo contribuyó para una mayor militarización del poder sino que dio poderío económico a la Fuerza Armada. Con Chávez fue predominante, aunque no exclusivamente, el desarrollo del papel político de la Fuerza Armada, mientras que con Maduro predominó su incorporación como agente hegemónico en la economía y otras áreas estratégicas del país. Con Chávez, los militares desempeñaron actividades en el sector económico, como por ejemplo el Plan Bolívar 2000 para la distribución de alimentos e inclusive la presidencia de la estatal petrolera Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA). No obstante, con Maduro su papel pasó a ser predominante, ya que se les otorgó a militares activos y retirados el control del sector eléctrico, el Metro de Caracas, las empresas del aluminio, hierro y acero en el sur del país, así como los puertos y las aduanas”.
Dato 2:
-Entre 2013 y 2016, años del poder económico a los militares.
-En 2013, nacieron cuatro empresas militares: El Banco de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Banfanb); el canal de televisión Tvfanb; Emiltra empresa de transporte para carga por aire, mar y tierra; y la empresa agrícola Agrofanb.
-En 2016, debido a la creciente crisis económica, el control castrense se extendió a áreas estratégicas, como la alimentación y los recursos extractivos. El 10 de febrero de este año se creó la Compañía Anónima Militar de Industrias Minera, Petrolífera y de Gas (Camimpeg). Y se le otorgó un papel importante en el Arco Minero del Orinoco.
-En agosto de 2016, surge la Gran Misión Abastecimiento Soberano y Seguro, bajo el mando del ministro para la Defensa y 18 generales, responsables de la compra/importación y distribución de los rubros de alimentos y medicinas considerados prioritarios. Desde 2004, de los 11 ministros de Alimentación, 10 habían sido militares.
-El 26 de noviembre de 2017, se nombró a un general de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), sin ninguna experiencia en el área, como presidente de PDVSA y, simultáneamente, como ministro de Energía.
Datos 3:
Sillas del poder a verdes
En Miraflores
Ministerio para la Defensa: general en jefe Vladimir Padrino López.
Ministerio Relaciones Interiores, Justicia y Paz: almirante en jefe Remigio Ceballos.
Ministerio de Energía Eléctrica: general Néstor Reverol.
Ministerio del Despacho de la Presidencia: general Jorge Márquez.
En el Poder Legislativo
Con 256 escaños en la Asamblea Nacional, como resultado del proceso electoral efectuado el 6 de diciembre de 2020. El chavismo es mayoría absoluta en el Parlamento, luego de unas elecciones muy cuestionadas y calificadas de ilegales por la oposición y 50 países.
PSUV: 221; PPT: 8; MRT: 7; MSV: 5; Podemos: 5; AL: 3; MEP: 3; ORA: 2; UPV: 2; CG: 3.
A la “oposición”, que participó en las presidenciales de 2019, le adjudicaron 20 curules.
Del chavismo, son 9 los dirigentes provenientes del mundo militar:
Apure: general del ejército Jesús Suárez Chourio, presidente de la Comisión de Defensa; ex jefe del Ejército, participó en el movimiento 4F.
Carabobo: capitán José Vielma Mora; ex jefe del Seniat, ex gobernador del estado Táchira.
Delta Amacuro: capitán (r) Pedro Carreño; ex constituyente, ex diputado, perteneciente al movimiento 4F.
Lara: capitán (r) Francisco Ameliach; ex gobernador del estado Carabobo, ex constituyente 1999.
Sucre: general (r) Gilberto Pinto.
Trujillo: capitán (r) Gerardo Márquez; movimiento 4F; ex constituyente, ex diputado.
Zulia: mayor general Manuel Quevedo; ex ministro de Petróleo, ex presidente de PDVSA.
Distrito Capital: capitán (r) Antonio Benavides.
Nacional: capitán (r) Diosdado Cabello, ex ministro, ex gobernador del estado Miranda, ex diputado.
En las gobernaciones de los estados:
De 23 gobernadores, 20 están en manos del PSUV, y 8 de ellas bajo control de militares retirados.
Amazonas: Miguel Leonardo Rodríguez
Apure: Ramón Carrizalez.
Aragua: Rodolfo Marco Torres.
Bolívar: Justo Noguera
Lara: Adolfo Pereira Antique (encargado).
Trujillo: Henry Rangel Silva.
Yaracuy: Julio León Heredia
La Guaira: José Manuel Suárez (encargado)
Notas:
-En Lara y Vargas -ahora, La Guaira- fueron designados dos oficiales retirados en reemplazo de sus titulares. El primero, pasó a ser ministro de Relaciones Interiores; y el segundo, por el fallecimiento del electo, Jorge García Carneiro.
-En algunos casos, de manera simultánea, se desempeñan como ministros y presidentes de empresas públicas y corporaciones regionales, e, incluso, como viceministros, como es el caso, por ejemplo, del general que actualmente es gobernador del estado Bolívar.
II. Antecedentes históricos
Simón Bolívar tiene ascendencia y reconocimiento en la sociedad venezolana por ser el Libertador de Venezuela, entre otras 4 naciones del Continente; y sus ideas son usadas por el chavismo para justificar la participación de los soldados en la vida política.
El historiador Elías Pino Iturrieta ubica varias etapas de esa incursión castrense en la política: En la Independencia, aunque no existiera en la época un ejército conformado integralmente por venezolanos, ya que agrupó a europeos, criollos y algunos españoles. En las dictaduras de Juan Vicente Gómez (entre 1909 y 1935), los Monagas, de Marcos Pérez Jiménez (1953-1958) y, ahora, con la irrupción del chavismo que, a pesar de llegar por los votos, ha mantenido bajo coacción de la población, elecciones cuestionadas o amañadas.
“El Ejército Libertador hizo la Independencia. Desde entonces son importantes, menos en el largo lapso que comienza en 1811 y se extiende hasta mediados del siglo; es decir, hasta la dictadura de los Monagas. Hablamos de una influencia fundacional. De allí que sea extraño que nos sorprenda el influjo militar en los negocios públicos, o que nos produzca vergüenza”, afirmó Pino Iturrieta, autor del libro El divino Bolívar, entre otros.
Pino Iturrieta ofrece una visión más completa en el trabajo “De cómo Venezuela nació en cuna militar”, que forma parte de las entregas con motivo del II Aniversario de La Gran Aldea.
La injerencia de los militares, no solo se mide por la presencia en Miraflores, el Palacio Federal Legislativo o en los estados, sino por sus posiciones políticas para tratar de mantener el poder y por todo el andamiaje legal, militar y de intimidación que han levantado en los últimos 20 años en Venezuela, y que serán explicados en la II parte de este trabajo.
Dato 3:
Tribunal Supremo de Justicia: Sentencia 651 del 11 de junio de 2014, valida la intervención de sus integrantes en actos políticos del PSUV: “La participación de los integrantes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en actos con fines políticos no constituye un menoscabo a su profesionalidad, sino un baluarte de participación democrática y protagónica”.
III. Deterioro democrático
Al estudiar y revisar el pretorianismo en Venezuela, la experta de la Universidad del Rosario en Colombia, Francesca Ramos Pismataro, denuncia como el marco democrático se ha deteriorado y se pregunta -al igual que el experto en temas militares, David Pion-Berlin- si Venezuela está bajo el manto de un régimen propiamente militarista: “La inexistencia de control civil sobre el poder militar y del creciente involucramiento de los militares en casi todas las instancias institucionales del país. (Es decir) La creciente participación de los militares ha conducido al retroceso democrático de Venezuela al establecerse una ‘alianza’ entre el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), construyendo un complejo entramado institucional que profundiza el autoritarismo en el país”.
Ramos Pismataro elaboró en 2018 una investigación titulada “Los militares y el deterioro democrático en Venezuela”, y, al citar a expertos venezolanos como el profesor Luis Buttó, lanza una dura conclusión: “La participación militar invasiva y ventajosa en la política y la progresiva profundización de su injerencia, conlleva a un creciente autoritarismo (Irwin, 2010; Irwin, Castillo y Langue, 2007; Jácome 2011; 2014; 2017a; Buttó, 2010; Buttó y Olivares, 2016). Esto no solo ha redundado en beneficios para los mismos militares, sino que ha sido impulsado por la necesidad del partido de gobierno para sostener la revolución”.
Los expertos lamentan que se haya desconfigurado el control civil sobre el poder militar como no había ocurrido desde el inicio de la democracia en el país en 1961; mediante el surgimiento de la FANB y del PSUV como actores clave del proceso político que han reestructurado la organización del poder en Venezuela; y a una dosis de militarización del Estado y de la sociedad, lo que ha conducido a un retroceso democrático y una pérdida del rol constitucional, legal y hasta principista de la Fuerza Armada.
¿Cómo lo hacen?, ¿cómo se perdió la institucionalidad?
Rocío San Miguel demuestra con pruebas cómo la actual FANB se convirtió en “el instrumento partidista-ideológico” del régimen y, por ende, en el sostén armado del chavismo.
“La ‘Ley Constitucional de la FANB, aprobada por la constituyente el 20 de enero de 2020, establece una ‘nueva doctrina’, según la cual, de defender la integridad y soberanía nacional y estar subordinada a la ley, se pasa a sustentar y defender la revolución y estar subordinada a su líder”, explicó la coordinadora de Control Ciudadano sobre la VI reforma a la ley militar para ajustarla a las conveniencia de la cúpula castrense y su comandante en jefe.
En el trabajo, titulado “Elementos de una transición integral e incluyente en Venezuela”, capítulo FANB, cita, al menos, 9 hechos que comprueban “el desdibujamiento de la Fuerza Armada” como institución constituida para defender al país, a su soberanía, a los poderes, a su integridad territorial:
1-. Inscripción de militares activos en el PSUV, en franca violación a la Constitución (Artículos 328 y 330), como pasó cuando se postuló el oficial Marcos Torres a la gobernación de Aragua.
2-. La acogida del lema “Patria, Socialismo o Muerte”.
3-. Ascensos a grados superiores a funcionarios que ocupan cargos de elección popular.
4-. Creación de “entidades paralelas” para entregar el monopolio de las armas, consagrados en la Constitución a la FANB (Artículos 324 y 328).
5-. Intromisión de la ecuación ‘Caudillo-ejército-pueblo’.
6-. Formulación en 2004 de la doctrina militar de la “revolución bolivariana”, bajo la premisa de “Defensa Integral de la Nación”, cuyas líneas estratégicas convirtieron a la FANB en “brazo armado de la Revolución”, indicó San Miguel. Esas líneas fueron: Fortalecimiento del poder militar; profundizar la unión cívico-militar; y consolidación y participación popular en la defensa nacional.
7-. Surgimiento en 2005 del “Nuevo pensamiento militar”, sustentado en la resistencia indígena, de negros y cimarrones, la guerra de Independencia y los movimientos revolucionarios de China, Cuba, Vietnam, Nicaragua y Afganistán.
8-. Penetración de la Fuerza Armada de Cuba en la FANB que ha promovido cinco reformas a la Ley que las rige, con un fin primordial: “Eliminar el principio de subordinación del sector castrense al poder civil y sustituirlo por el control del Presidente del país, en su condición de comandante en jefe militar”.
9-. Los ascensos a “soldados leales a la revolución”, en contradicción al elemento institucional de respeto a la Constitución y las leyes. Se han nombrado 1.200 generales y almirantes en los últimos 8 años, a pesar de que no existen plazas para comandar.
La pérdida del carácter institucional del sector militar se observa, de manera objetiva, en el desplazamiento del civil en la contraloría de la FANB. A través de una reforma legal, se le quitó al Parlamento la atribución de revisar, evaluar y aprobar los ascensos militares, como lo hacía antes el Ministerio de la Defensa y la Comisión de Defensa del extinto Congreso.
La cúpula castrense tiene, además, el poder de “declarar la guerra” contra cualquiera que considere adversario, sin que sea remitido previamente al Parlamento.
El detrimento de la institución armada tuvo su génesis en el MBR-200, el movimiento militar que reclutó a adeptos en los cuarteles pero se fortaleció de manera paulatina al llegar al poder y el transcurrir de los años. Por ejemplo, la ideologización de la FANB comenzó con la tesis de “el árbol de tres raíces”, una mezcla de los pensamientos políticos de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora, al cual luego se le añadió los ideales de Hugo Chávez. Posteriormente, se planificó y se ejecutaron los planes que llegaron a la cúpula de la FANB a ser sostén de Nicolás Maduro o, lo mejor: usar al Presidente como mampara mientras el poder real, fáctico y válido estaría en Fuerte Tiuna, sede del Ministerio de la Defensa, y no en Miraflores.
El resultado de esta maniobra se llama, según el académico Luis Buttó y el constituyente de 1999, Carlos Guyón (compañero de armas y promotor del MBR-200; hoy alejado del chavismo), “el Estado Cuartel”. ¿Cómo funciona ese “Estado”? La interrogante será respondida en la II parte de esta investigación.
Grupos en el estamento militar
1-. Héroes del 4F y 27N.
2-. Casta de ministros, gobernadores, presidentes de organismos y corporaciones.
3-. Integrantes de los componentes militares.
4-. Poder de fuego: 150 oficiales al comando de unidades.
5-. Aquellos por trayectoria en el ejercicio del poder, bien por corruptos o probos.
Chavistas vs. Maduristas.
6-. “Reserva moral”, colectividad de militares en desacuerdo con Maduro.
Fuente: Control Ciudadano.
Militares votan en el PSUV o “militares pseuvistas”
Los militares, no solo tienen el monopolio de la movilización del material electoral, sino su custodia y lo más grande: “El derecho” a ser militantes del partido de Gobierno, no obstante, que la Constitución vigente prohíbe estar al servicio de parcialidad y proyectos políticos.
En 2005, Control Ciudadano denunció el uso de lemas de carácter político partidista por parte de la Fuerza Armada. En 2009, reveló la inscripción de militares activos en el PSUV. En 2013, los ascensos al grado inmediato superior a militares que ejercen cargos de elección popular. En 2017, la postulación de militares en servicio activo, a cargos de elección popular.
En 2021, detectaron otra irregularidad que comprueba la desinstitucionalización de la FANB como se ha mostrado en esta investigación: La estructura del PSUV permiten que militares activos y la Milicia Bolivariana “movilizada”, participen en las elecciones primarias del PSUV, interviniendo así en la selección de candidatos a gobernadores y alcaldes a las elecciones regionales y municipales, previstas para el 21 de noviembre.
Control Ciudadano cotejó la base de datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), dispuesta en su página web para la consulta de los electores en el proceso de primarias del PSUV, con la identificación de los militares y encontró que el titular del Ministerio de la Defensa, el jefe del Ceofanb, el jefe del Estado Mayor Conjunto de la FANB, así como los comandantes del Ejército, Armada, Aviación, GNB y Milicia Bolivariana, pueden votar en las primarias del partido de Gobierno, en violación al Artículo 330 de la Constitución vigente que prohíbe ser parte de una parcialidad política.
Hernán Lugo Galicia / La Gran Aldea
@hlgnapita