Los empleados del sistema de transporte público y los de los aeropuertos del estado de Nueva York tendrán que vacunarse contra el coronavirus o de lo contrario someterse a la prueba semanalmente, anunció el lunes el gobernador Andrew Cuomo quien sin embargo se negó a hacer obligatorias las vacunas o el uso de mascarillas, afirmando que no tiene la autoridad legal para hacerlo.
Cuomo solicitó a los bares y restaurantes del estado a servir únicamente a personas vacunadas, y pidió a los hospitales hacer más para promover las vacunas entre sus empleados.