Cuando apenas quedan tres meses para que el chavismo celebre las elecciones regionales con las que elegirán nuevos gobernadores y alcaldes, la alcaldesa de Caracas, Erika Farías, (electa en diciembre de 2017) renunció a su cargo este viernes. De acuerdo con algunos medios locales, la funcionaria chavista habría dimitido por estar bajo un procedimiento por presuntos «desfalcos durante su gestión». Sin embargo, en su carta de renuncia, compartida a través de su cuenta en Twitter, Farías aseguró que en su administración «ha sabido mantenerse pujante por el camino trazado (sic) por el comandante Chávez bajo la conducción irreductible de nuestro presidente Nicolás Maduro Moros».
La ahora exalcaldesa no ha sido considerada en los últimos cambios que hizo Maduro en su gabinete ministerial, y las bases del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) le dieron la espalda el 8 de agosto cuando se realizaron las primarias para elegir a los candidatos que participarán el 21 de noviembre próximo.
De esa manera, la chavista explicó en el documento que hizo la entrega del cargo antes de las elecciones a fin de «contribuir» con «la preparación de las fuerzas patriotas para una nueva victoria», y ha dicho estar a disposición como militante de la llamada revolución bolivariana. En su lugar ha quedado la concejal Beatriz Rodríguez.
Farías, de 48 años, es calificada por los caraqueños como «la peor» alcaldesa de la ciudad capital, por desatender las necesidades de Caracas, especialmente los servicios de agua y electricidad. A través de las redes sociales, las personas mostraron sarcasmo por el anuncio, asegurando que conocieron a la alcaldesa el día que renunció, y seguido de fuertes críticas a su gestión.
Antes de llegar a la Alcaldía de Caracas, Farías fue gobernadora del estado Cojedes (oeste de Venezuela) y ministra para las Comunas. La militante del Psuv también se encuentra desde 2018 en la lista de funcionarios chavistas sancionados por el Gobierno de Canadá.
Ymarú Rojas/ ABC de España
