No hay oficio más odioso que alguna persona pueda tener como el de aguafiestas, pero en oportunidades, sin proponérselo ni mucho menos, a cualquiera se le sale esa condición que puede encontrarse bien recóndita en cualquier ser humano pero que la realidad la despierta y pone en marcha.
Este cronista no quiere aguarle la fiesta a los sectores de la oposición que con la mejor disposición de servicio al pueblo venezolano (no lo pongo en duda) han acudido a esta nueva cita que dio inicio el pasado viernes 14 del corriente en México, entre representantes del régimen usurpador y de los factores realmente opositores de la Venezuela democrática.
Protocolarmente todo fue muy «bonito», tanto que hasta una nota social sobre el «ágape» pudiera haberse redactado con todo lujo de detalles. Discursos de ambas partes y al final la firma del documento de buenas intenciones que me imagino salió de primero a firmarlo fue el régimen a través del inefable Jorge Rodríguez.
En eso, ellos son muy adelantados. Voy al grano. No guardo la menor duda que este nuevo intento de diálogo será burlado por el régimen opresor y comunista de Nicolás Maduro y si se han sentado nuevamente en una mesa, sin importar los acompañantes y facilitadores internacionales que están cargados de las mejores intenciones, es porque lo ven oportuno desde la óptica de sus bastardos y oscuros intereses «suyos de ellos».
El régimen nuevamente juega a continuar ganando tiempo y buscando desviar la atención ante los serios problemas que enfrenta en estos momentos su conductor, Nicolás Maduro, acusado por crímenes de lesa humanidad que cursan en estos momentos en la Corte Internacional de La Haya.
Van a sentarse a negociar pero formulando exigencias al gobierno norteamericano para que les levanten las sanciones aplicadas al régimen y sus corruptos que mantienen aseguradas de la rapiña revolucionaria una alta suma en millones de dólares que son del pueblo venezolano.
Saben perfectamente que no les concederán estas solicitudes si no dan demostraciones verdaderas de querer negociar y buscar la resolución del conflicto. Maduro podrá aceptar que lo derroten en elecciones de Gobernadores y Alcaldes que de ninguna manera podrá evitar si la oposición participa unida en esos procesos, porque es imposible que un pueblo vaya a votar por los candidatos del dictador que los tiene pasando hambre hereje y ha acabado con los servicios públicos elementales que permiten a los ciudadanos puedan llevar una existencia digna.
Maduro y lo que él representa para el comunismo internacional, lo que no hará voluntariamente es colocar su cabeza en el cepo. Mantendrá, a como dé lugar, el control del país con el apoyo de las serviles fuerzas armadas.
A lo largo de todos los conflictos que registra la historia, la mayor parte de ellos han terminado en una mesa de diálogo. La primera guerra mundial tuvo su fin en el Tratado de Versalles el 28 de junio de 1919 . Y la segunda, en el palacio imperial de Tokio con la rendición incondicional de Japón firmada por el Emperador Hirohito Si analizamos con atención la reciente declaración conjunta de Norteamérica y la Unión Europea, vemos cómo hacen énfasis en elecciones libres, incluidas las presidenciales o algo así como unas mega elecciones que incluyen la AN. «Esperamos que este proceso conduzca a la restauración de las instituciones democráticas del país y permita que todos los venezolanos se expresen políticamente a través de elecciones locales, parlamentarias y presidenciales libres y justas». Asi o más claro. Inmediatamente agregan: «Instamos a todas las partes a participar de «buena fe» (subrayado nuestro) para alcanzar acuerdos duraderos que conduzcan a una solución integral a la crisis venezolana. Seguimos pidiendo la liberación incondicional de todos los detenidos injustamente por motivos políticos, la independencia de los partidos políticos, la libertad de expresión, incluida la prensa, y el fin de los abusos contra los derechos humanos».
Este escribidor que se la echa de analista, y a veces la pega, desde inicios del proyecto de destrucción chavista del país, tiene el convencimiento que este serio problema de asedio del sistema de libertades en Venezuela con la instauración de un régimen totalitario y comunista, no tiene salida democrática. Maduro, está formulando exigencias que no le concederán si no está dispuesto a permitir que se realicen elecciones presidenciales y parlamentarias que conlleven a la reinstitucionalización del país y solamente aceptará unas presidenciales para el momento previsto en la «Constitución».
No sé por qué razones, pero de pronto pienso que sí el llamado testaferro de Maduro, el empresario colombiano de ascendencia libanesa, Alex Saab, llegará a ser enviado definitivamente a los Estados Unidos donde lo esperan para ser juzgado por numerosos crímenes, entre otros, lavado de capitales producto de la corrupción en perjuicio del dinero de los venezolanos , pudiera ser un mecanismo de presión para los rusos en su apoyo a Maduro.
Particularmente pienso que Maduro ha despreciado olímpicamente la importancia de un evento trascendental como este con la designación de su hijo Nicolasito, sin ninguna experiencia ni mayores conocimientos, como miembro de su comitiva. No porque se trate de su hijo sino porque es evidente e indiscutible la falta de experiencia y conocimiento en esa materia objeto de negociación.
La historia está llena de ejemplos de dictadores irresolutos e incapaces que han demostrado su desprecio a la civilidad de distintas maneras. Calígula, infame emperador romano, despreciaba de tal manera a los patricios del Senado romano y de la sociedad de ese momento, que nombró a su caballo Incitatus miembro del Senado y ordenó lo metieran en el recinto, y no conforme con eso, desposo al cuadrúpedo con una joven de la sociedad romana llamada Penelope.
De ninguna manera no pretendo comparar a Nicolasito con Incitatus, ni mucho menos. Crítico es la acción de su irredento progenitor.
