Ya es un hecho que la oposición reunida en lo que han dado por llamar el G4 (G3 ahora?) que son las cuatro organizaciones políticas más importantes que enfrentan al régimen de Nicolás Maduro, inscribirán este miércoles candidatos a gobernaciones y Alcaldías para las elecciones convocadas por el CNE oficialista para el 21 de noviembre del año en curso. La extensión del proceso de inscripción de candidatos unos cuantos días más, nos decía claramente que algo se fraguaba en ese sentido.
La decisión de participar se produce sin tener a mano los resultados de la mesa de diálogo que se lleva a cabo en México y realizará su primera reunión o discusión está misma semana, según parece.
O sea que las solicitudes de realizar elecciones presidenciales y parlamentarias, habida cuenta que las realizadas en este sentido, convocadas por un CNE irritó e inconstitucional, y declaradas fraudulentas por esta misma oposición, no tendrá incidencia en la realización de este proceso electoral. Este cronista ya no sabe qué pensar en por qué la oposición decide participar el 21N.
Aparentemente no se logrará la ansiada unidad por cuánto Voluntad Popular no irá a elecciones pues considera que, al igual que anteriores oportunidades, no existen condiciones que garanticen la pulcritud que se requiere para que sea respetada la voluntad del pueblo.
Ya esto resquebraja la unidad y a ello se une el llamamiento abstencionista que promueven María Corina Machado y Antonio Ledezma lo cual, sin duda alguna, incidirá en la abstención que ya se vislumbra para el 21N, escenario ideal para el régimen que ha perdido el apoyo popular pero que sabe muy bien que sin la participación del pueblo tienen la mesa servida para triunfar en la mayoría de las Gobernaciones y Alcaldías.
Y el mundo democrático se preguntará cómo es posible que un régimen que tiene pasando hambre a más del 80 por ciento de la población venezolana que gana gana un salario mínimo de un poco más de dos dólares y protagoniza una diáspora que ha llevado a emigrar a unos seis millones de connacionales, que ha tenido que recibir ayuda humanitaria para millones de niños que se encuentran en peligroso estado de desnutrición crónica, donde recién se han publicado fundamentados estudios que informan que más del 85 por ciento de adultos no se pueden alimentar ni comprar medicinas con una pensión que no llega a los dos dólares mensuales y un kilo de carne cuesta cuatro dólares largos, donde los servicio publicos más elementales como electricidad, agua potable, salud y transporte se encuentran colapsados, sus candidatos a gobernaciones y Alcaldías salgan triunfantes en unas elecciones. La oposicion lleva todas las de perder.
No hay unidad como la lograda en el 2015 cuando la oposición triunfó abrumadoramente en las parlamentarias que fueron desconocidas por el régimen. La pandemia del Covid 19, la cual el régimen no le interesa acabar, alejará a miles de los centros electorales por temor a contagiarse, la falta de credibilidad del nuevo CNE al que la mayoría lo sigue viendo igual que el de las alegres comadres, el gobierno manteniendo la insostenible situación de la escasez de gasolina y demás combustibles y generará cuántas situaciones puedan para que haya abstención, y bien marcada.
Este escenario de abstención como el que vislumbro le coloca una alfombra roja para que el régimen dictatorial de Maduro obtenga un triunfo en dichas elecciones que de ninguna manera se compadece con la grave situación económica y social que padece Venezuela, pero ese ha sido el resultado de los últimos procesos que han sido desconocidos por la oposición misma, los Estados Unidos, la Unión Europea y la mayoría de los países democráticos del continente y del mundo. A qué nos exponemos participando?
Sencillamente, enfrentamos la posibilidad muy cierta que el régimen triunfe en la mayoría de las Gobernaciones y Alcaldías si la abstención supera el sesenta por ciento, y de paso estaremos legitimando al régimen de Nicolás Maduro y con ello se acabará la presidencia interina de Juan Guaidó, el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea que necesariamente terminarán entendiéndose con el régimen por la fuerza de los hechos.
Creo que la oposición muy bien pudiera apoyarse en la solicitud que han formulado conjuntamente el gobierno de los Estados Unidos y la Unión Europea al régimen para que en la mesa de diálogo de Mexico determinen que se realicen elecciones presidenciales y parlamentarias como condición para levantar las sanciones que tienen pensando al regimen, propuestas que difícilmente aceptará , para tomar la sabía decisión de no participar en el proceso del 21N , y así continuará el desconocimiento del régimen ilegal y dictatorial de Nicolás Maduro.
Ojalá esté equivocado en estas apreciaciones y le ruego a Dios que despierte en el pueblo venezolano ese sentimiento democrático que lleva bien arraigado y entienda que no hay otra salida para derrotar al régimen que participando masivamente en estas elecciones, y después le convocamos el revocatorio a Nicolás.
El régimen no podrá evitar una derrota con un pueblo votando en masa. Podrá desconocer un triunfo opositor continuando con su práctica ilegal y antidemocrática de nombrar protectores en gobernaciones y alcaldías, pero ya estaría demasiado debilitado y su salida seria inminente.
Emiro Albornoz León/Periodista. [email protected]