Alexis Andarcia: La edad media vuelve al futuro

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Parafraseando a Margarite Yourcernar en la obra «Memorias de Adriano» , ojalá pudieramos solo dedicarnos a los males verdaderos, la muerte, la vejez, las enfermedades incurables, el amor no correspondido, la amistad rechazada o vendida, la mediocridad de la vida menos vasta que nuestros proyectos y más opaca que nuestros sueños.


Pero, no. Ahi siguen estando las desgracias innecesarias, las servidumbres inútiles.
Los talibanes regresan del pasado, con su pasado intacto de mujeres laceradas y reducidas a la esclavitud; negando el siglo de la comunicación veloz y extendida y la posibilidad de vivir en otro planeta. Ortega en Nicaragua persigue, encarcela y mata hasta lograr que decenas de miles nicaragüenses reten a los «coyotes» de los carteles, las aguas del rio bravo o perderse en el desierto, para ingresar a USA. Cuba y Corea del Norte, con una élite creída de inmunidad e impune. Maduro, en Venezuela jugando a las escondidas con eso que llaman «comunidad internacional «.


Recuerdo a Malala y el premio nobel. ¿Qué será de tanto alarde por los derechos humanos?


Reconozco que de vez en cuando surge una voz, un acto bondadoso y valiente. Una postura que no teme a ser atacada, incluso silenciada, pues, la sola irreverencia le devuelve sentido a su existencia.


También recuerdo que, de alguna manera, ahí está la ONU y la OEA, la UE y la OTAN. Es decir, los estados y los poderes económicos y políticos.
¿Dónde estarán los pueblos y las naciones?
Hace tiempo reduje los espacios donde habitaba la esperanza de un mundo mejor. Le he dado paso a las pequeñas cosas. Y quizás, esto tenga que ver, también, con la reducción que hace la naturaleza en mi cuerpo y salud.


Es una vergüenza para la civilización el regreso al poder de la edad media. La incansable repetición de nuestros errores más horrorosos.
Es una vergüenza, también, el discurso del sr. Biden. Luego de veinte años «no tenían idea».
Les confieso que, al saber la toma del poder por parte del taliban en Afganistán me sobre vino la imagen de un Anibal o Atila, montado en una nave espacial, disparando misiles; pero, luego, algo más serio me llevó a la pregunta: ¿Qué podemos esperar los venezolanos? ¿Los cubanos y nicaragüenses de esa comunidad internacional?
Que cada quien resuelva sus problemas, parece ser la conseja…


Muy bien. Suena lógico a efectos de la cacareada «autodeterminación de los pueblos». Pero, que conste que, también, significa una obsolecencia y pre aviso de despido a esa proclamada «comunidad internacional » con toda su biblioteca de buenas intenciones.

Alexis Andarcia