Ender Arenas: Ser esclavo de lo que se dice y dueño de lo que se calla

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Creo haber leído en Barrera Tyszka que el gran pavor del venezolano es el quedarse callado. A todos nos gusta “el ruido y la bulla” y nos encanta escucharnos a nosotros mismos. Tenemos una relación conflictiva con el silencio y como contraparte tenemos una relación erótica y de sex appeal con nuestra propia voz y con ella contamos cuentos, verdades, mentiras e historias. Nos gusta tanto que lo decimos todo a toda hora aun cuando no estemos seguro si lo que decimos es cierto o no. Pero nos da nota escucharnos.


Nos gusta tanto que evitamos tener responsabilidad en decir lo que nos da la gana incluso cuando insultamos a otros, difamamos a otros o injuriamos a otros que cuando lo hacemos decimos que podemos hacerlo y hasta podemos equivocarnos si lo que decimos no es verdad porque no somos videntes.


Todos en este país adolecemos de “delirio verbal”, no podemos escapar de ello. Le ocurrió, precisamente, a un par de “comediantes”, Alex Goncalves y Jean Mary Curró, eso dicen que ellos que son.


En su podcast hicieron un comentario lamentable sobre un animador de un programa de farándula, Dave Capella, a quien señalan de estar cometiendo estafa organizando un GoFundMe para pagar un tratamiento contra el Covid, y estos locutores, que hoy se denominan “influencer” señalan que conociendo al personaje estiman que sí es una estafa.


La cuestión es que no investigaron, e irresponsablemente asumieron el rumor que se difundió por las redes acusaron al enfermo quien posteriormente muere.


El escándalo obviamente ha sido mayúsculo. Y ellos han perdido, por hacer un mal chiste pretendiendo que es humor, la credibilidad y el afecto de los que lo siguen, que parece que son muchos pues hasta el perro de la locutora tiene casi cien mil seguidores.


Tanto Goncalves como la Curró ahora no saben que decir. Arrepentidoshan hablado, se han disculpado, se han desgarrado las entrañas y la gente parece no perdonarles porque todos escuchamos que fue lo que realmente dijeron.


El ruido “hizo metástasis” y ahora son acosados por un Ministerio Público que los persigue y ya ha girado una orden de captura.


Lo curioso es la rapidez con la que el Fiscal general William Tarek Saab ha intervenido en este caso, mientras de la manera más increíble hace mutis e implanta la mudez en los casos de los muertos disfrazados de guerrilleros en la victoria.


Claro el hace silencio y otros se desgañitan declarando, como el Ministro de la Defensa, el increíble Vladimir ( su segundo nombre será Ilich?) Padrino López,que se disfraza de víctima de la agresión colombiana y dice que todo es una vulgar matriz de opinión construida por las fuerzas oscuras del imperio y de la oposición, que es la guerrilla colombiana la que ataca sin razón ala FANB, que es el ejército colombiano que busca una excusa para atacar el suelo patrio, incluso, que los desplazados venezolanos hacia Arauquita no es cierto.


Así que podemos decir que Jean Mary Curró y Goncalves son esclavos de lo que han dicho y el gobierno es esclavo de lo que ha callado