Hugo Delgado: Los dolientes etéreos

505

Con sus pequeños hijos atravesaron la tierra de los coyotes y el fronterizo río Bravo o Grande, caminaron por varias horas, ya los abogados norteamericanos y los traficantes mexicanos, explotando las miserias humanas, habían detallado el plan. Los infantes facilitaban la solución de cualquier problema y así fue. Tener menores de edad en los centros de reclusión de inmigración –obviamente-  es un “dolor de cabeza”, por eso las autoridades aceleran los trámites burocráticos. 

Hay que pagar una gruesa cantidad de dólares a la red mexicana. Te buscan en el aeropuerto, garantizan el domicilio y  que todo esté bien. Entrenan a las personas, les advierten sobre los riesgos, los preparan para tratar con las autoridades norteamericanas y los orientan sobre lo que deben o no decir para evitar contratiempos; algunos de los emigrantes responden bien a otros los atacan los nervios y su proceso de ingreso se alarga, pero al final el permiso se da.

Ya los familiares residenciados en los Estados Unidos saben lo que deben hacer, garantizan el dinero para los abogados y siguen sus recomendaciones. Esta actividad es toda una industria, las redes sociales así lo demuestran. En estos tiempos de angustia y eterna crisis en Venezuela, quienes optaron por irse del país aprendieron los andamiajes legales y de seguridad, para alcanzar el sueño americano.

Un chavista quien labora en Petróleos de Venezuela (Pdvsa), cuyas hijas  pidieron asilo en EEUU, inexplicablemente porque su papá está enchufado, argumentaba que una cosa era la sociedad y otra era Donald Trump (presidente en el momento del evento). Era la excusa para ocultar su fracaso y  justificar la decisión de sus seres queridos.  Igual ocurre con muchos funcionarios públicos corruptos, militares, camaleónicos periodistas, agentes de seguridad denunciados por violación de derechos humanos y empresarios rojitos. A todos, el gobierno norteamericano les dio visa, les permitió invertir sus dineros “mal habidos” en negocios y hasta les otorgaron asilos.

Otros empleados de Pdvsa rayaron sus carros, les tomaron fotos en el estacionamiento, alegaron persecución y esas gráficas avalaron el expediente que pidió su abogado en Estados Unidos. Una chavista empleada de la Universidad del Zulia tomó material de prensa con informaciones del período de las “guarimbas”, de hechos cercanos a su casa, y las utilizó para su dossier legal. Algunos lo hicieron  aprovechando las marchas para tomarse fotografías con banderas, gorras y franelas.

Una abogada detallaba que más del 90% de los venezolanos que emigran a Estados Unidos se cobijan bajo la figura del asilo político, sustentado con información falsa. Si realizan una investigación sobre este asunto diría que Venezuela es “tierra de héroes”, con luchadores que expusieron sus vidas por liberarla. Pero la realidad no es así, y lo que menos prevaleció fue esa causa.

Los motivos del éxodo no varían mucho. Algunos sí son perseguidos políticos, otros simplemente dicen : “No me calo más al régimen. Este país no tiene futuro para los jóvenes y debo sacarlos como sea”. La necesidad material-económica  es la variable que se impone. Con la crítica situación muchos aventajados empleados y prósperos empresarios se arruinaron. Los que se van, ayudan a quienes no se pueden ir, por diversas razones, principalmente por la edad o las viviendas que posean, y –además- que a donde vayan es obligación producir ingresos para mantener el ritmo de gastos. “Aquí todos tenemos que trabajar, porque siempre hay deudas que pagar”, argumentan.

Pero qué abarca esta figura del derecho internacional. Según explica el docente y jurista de la Universidad de Carabobo (Venezuela), Rafael Ortiz, (Consideraciones jurídicas y políticas sobre el derecho de asilo en Venezuela): “La palabra asilo proviene del latín asylum para significar «sitio inviolable», esto es, un lugar privilegiado de refugio para los perseguidos; en una tercera declinación denota «amparo, protección, favor». Por otro lado, el asilo político es la protección que un Estado concede a los perseguidos por motivos políticos… Una condición de nuestro tiempo que la democracia se perfila como uno de esos bienes de la humanidad de carácter objetivo imperativo que no resultan ser «negociables» y, en consecuencia, es un valor universal. Pues bien, se supone que el asilo encuentra tanto en la institución de los derechos humanos y, en particular, el «derecho humanitario» una pieza clave para la vigencia de la democracia, entre otros valores supremos”.

En 1990, Joseph Nye Jr.  de la Universidad de Harvard (Transformación del poder mundial) escribió:“La apertura étnica de la cultura norteamericana y la atracción política de los valores de la democracia y de los derechos humanos también constituyen una fuente de influencia internacional. Como dice el intelectual europeo, Ralf Dahrendorf: Me parece relevante que en todo el mundo millones de seres humanos deseen vivir en EUA y que de hecho, muchos estén dispuestos a arriesgar la vida con tal de llegar allá”. La cita sintetiza la percepción que tiene el mundo del sueño americano y las razones económicas e históricas de los más de 20 millones de latinoamericanos residenciados ahí.

De todas formas a los inmigrantes venezolanos que viven en Europa y Estados Unidos las crisis no parecen afectarlos mucho, “siempre están bien y tienen trabajo”, dicen la mayoría; y aún con la pandemia, el número de quienes se van crece. Gran parte desestima las dificultades para llegar al sueño americano, sin duda, la influencia del el estilo de vida de la cultura petrolera, reforzada por la moda, la televisión y el cine hicieron su efecto. Hasta los chavistas añoran la camioneta, el smartphone y el estilo de vivienda, por eso es lo primero que compran al llegar, luego se toman fotos y las divulgan por las redes sociales, incluyendo las rumbas y comilonas.

De los aproximadamente 5 millones de venezolanos que se fueron, un gran porcentaje difícilmente volverán porque  se acostumbraron a vivir en Estados Unidos, países árabes, Europa y algunas naciones latinoamericanas. Quizás regresen algunos porque la capacidad de ahorro es muy baja y si las condiciones políticas cambian van a retornar a sus antiguos hogares. De llegar a esa etapa, la gran interrogante que se cierne sobre Venezuela será: Cómo se construirá la era post petrolera, porque el chavismo no es más que eso, la puerta que se cerrará para dejar atrás una fase histórica llena resentimientos, irresponsabilidades sociales y una cultura facilista y corrupta. Siempre y cuando la sociedad entienda la nueva realidad y aprenda sus lecciones históricas. 

@hdelgado10