UE pide a EEUU mayor precisión sobre la crisis de Venezuela

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El alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, descartó que vayan a reabrirse pronto las negociaciones entre el régimen y la oposición en Venezuela puesto que todos esperan a tener más claridad sobre la postura de la nueva administración estadounidense de Joe Biden.

En una entrevista telemática con EFE y otros cuatro medios, Borrell afirmó que “no hay señales” de que se vayan a abrir “a fecha fija” las negociaciones entre ambas partes, que estuvieron auspiciadas por el Gobierno de Noruega hasta su ruptura en 2019.

“La oposición está adaptándose a la nueva situación y todos están también esperando cuál será la actitud de la nueva administración americana, que será sin duda determinante”, dijo el alto representante, preguntado sobre las perspectivas de una apertura de la negociación en los próximos seis meses.

Por el momento, Noruega “no considera que se den las condiciones” para relanzar otro proceso de negociación y “habrá que esperar a que todo el mundo se resitúe”, añadió Borrell, subrayando que él tampoco ha convocado aún al Grupo de Contacto Internacional para Venezuela, del que forman parte la UE, varios de sus Estados miembros y países latinoamericanos.


“No les podemos estar convocando todas las semanas y hay que esperar a tener más claridad y mejor conocimiento de cuales son las posiciones de los distintos actores, entre otros, la administración americana”, dijo, pese a que en más de una oportunidad Biden se manifestó al respecto.

Durante el mandato del republicano Donald Trump, Estados Unidos fue uno de los principales aliados del líder opositor Juan Guaidó, a quien reconoció como presidente interino de Venezuela en 2019.

Noruega auspició el último proceso de negociaciones para superar la crisis venezolana, del que se retiró la oposición en septiembre de 2019, un mes y medio después de que lo hiciera el régimen de Nicolás Maduro.

Borrell reiteró que para la UE, la solución a la situación política en Venezuela pasa por la negociación e insistió en que para que esta tenga éxito se necesita “voluntad de acuerdo” y “cesiones” de todas las partes.

“Hasta ahora, desgraciadamente, todos los intentos de negociación han fracasado”, dijo el alto representante comunitario, quien consideró que la auspiciada por Oslo no llegó a buen puerto “probablemente porque en ese momento faltó flexibilidad, en particular por parte de la administración americana”.


En la imagen el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. EFE/Doug Mills /Archivo
El gobierno de Joe Biden reiteró su compromiso de lograr “una transición democrática y pacífica en Venezuela”

El gobierno de los Estados Unidos reiteró este martes su compromiso para lograr “una transición democrática y pacífica en Venezuela a través de elecciones libres y justas”.

Así lo expresó la secretaria de Prensa Jen Psaki en un contacto con los medios. “El presidente siempre ha tenido en claro que el enfoque tendrá en el centro la situación humanitaria, apoyar al pueblo venezolano y revitalizar la diplomacia multilateral”, agregó.

Psaki se refirió a la situación en el país caribeño luego de ser consultada por el estatus de protección migratoria para sus ciudadanos en Estados Unidos, que el ex presidente Donald Trump anunció antes de dejar la Casa Blanca. En concreto, el mandatario había ordenado suspender por 18 meses las deportaciones a través del programa Salida Forzada Diferida (DED, en inglés).

“No tenemos nada que añadir sobre eso. El equipo de seguridad nacional está revisando todas las medidas tomadas por el gobierno de Trump”, indicó Psaki.

Biden se ha mostrado a favor de conceder Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés) a los venezolanos que se encuentren en Estados Unidos. Y este martes, el senador demócrata Bob Menéndez informó que un grupo de legisladores del partido presentaron una propuesta a ese efecto.

Menéndez y los senadores Dick Durbin, Patrick Leahy y Cory Booker presentaron el proyecto de ley de TPS para Venezuela, que otorgaría protección a los venezolanos “elegibles que están huyendo de las condiciones nefastas en su país natal y fortalecería los sistemas migratorios de países vecinos a Venezuela”.

El TPS permitiría a esos venezolanos residir y trabajar legalmente en Estados Unidos. El DED también permite al beneficiario permanecer y trabajar legalmente en el país norteamericano durante su duración, que en el caso de la última decisión de Trump protege a los venezolanos que reúnan las condiciones para no ser deportados durante 18 meses, aunque no es una condición de inmigración específica.

Menéndez, de origen cubano y muy crítico con el régimen de Nicolás Maduro, señaló que “después de cuatro años de promesas falsas y engaños, nadie cree que Donald Trump tuviera una revelación divina en su último día en la Presidencia y decidiera proteger a los cientos de miles de venezolanos que estaba forzando a vivir en las sombras”.

“El TPS se basa en un estatuto y es un estatus migratorio legal”, en comparación con el programa de Salida Forzada Diferida, y es “por eso que estamos relanzando nuestros esfuerzos para apoyar de manera concreta a quienes huyen de la miseria causada por el régimen de Maduro”, agregó.

A comienzos de enero, los legisladores por Florida -los demócratas Darren Soto y Debbie Wasserman Schultz, y el republicano Mario Díaz-Balart- presentaron una propuesta similar en la Cámara Baja.

En cuanto a la manera de lidiar con el régimen de Maduro, el secretario de Estado Anthony Blinken -confirmado este martes en su puesto por el Senado- delineó los aspectos principales durante su audiencia de confirmación ante el comité de Relaciones Exteriores el 19 de enero.

Blinken declaró que el gobierno de Biden intentará “dirigir más eficazmente” las sanciones a Venezuela, buscando más asistencia humanitaria para el pueblo venezolano. Además, dijo que continuará reconociendo a Juan Guaidó como presidente interino y calificó a Maduro como un “dictador brutal”.

Blinken advirtió que en la Casa Blanca se mantendrá “el reconocimiento al presidente Guaidó y a la Asamblea Nacional democráticamente electa en 2015 como la única institución legítima en Venezuela, buscando aumentar la presión sobre un régimen liderado por un dictador brutal como lo es Maduro”.

Y aseguró que, debido a que el régimen de Maduro continúa en el poder, el gobierno de Biden analizará nuevas medidas para lograr la libertad en Venezuela. “Necesitamos una política efectiva que permita restaurar la democracia en Venezuela con elecciones libres y justas”, agregó.

“Creo que hay algunas cosas que podemos considerar, en particular una mejor y más fuerte coordinación y cooperación con países afines. Tal vez debamos estudiar la forma de orientar más eficazmente las sanciones que tenemos para que los habilitadores del régimen sientan realmente el impacto de esas sanciones”, explicó Blinken.

“Y ciertamente creo que hay más que debemos tratar de hacer en términos de asistencia humanitaria, dado el tremendo sufrimiento del pueblo venezolano, así como ayudar a algunos de los países vecinos que han soportado la mayor parte de los refugiados de Venezuela”, aseveró.

Agencias