Trump pidió orar por el nuevo Gobierno que asumirá este 20 de enero.

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El presidente saliente Donald Trump resaltó ser el primer presidente en décadas que no creó nuevas guerras, destacó su política exterior en Medio Oriente e instó a respetar la próxima Administración, aunque sin mencionar ni reconocer todavía la victoria de Joe Biden.

Donald Trump se despide. En un tono que dista de la retórica de confrontación de la que el mundo fue testigo durante cuatro años, en su último día de mandato el presidente de Estados Unidos pidió orar por el nuevo Gobierno que asumirá este 20 de enero.

“Esta semana inauguramos una nueva Administración y oramos por su éxito en mantener a Estados Unidos seguro y próspero (…) Extendemos nuestros mejores deseos y también queremos que tengan suerte”, aseguró el mandatario, aunque en ningún momento mencionó a su exrival en las urnas, Joe Biden, a quien sigue sin reconocer públicamente como el nuevo mandatario de los estadounidenses.

El jefe de Estado saliente, acorralado por las fuertes críticas y un segundo juicio político que avanza en su contra por incitar a la insurrección, rechazó la violencia, a diferencia de su primera intervención el mismo día del ataque.

“Todos los estadounidenses estaban horrorizados por el asalto a nuestro Capitolio. La violencia política es un ataque a todo lo que apreciamos como estadounidenses. Nunca podrá ser tolerado”, dijo.

Asimismo, el mandatario señaló que cumplió con sus promesas de campaña, especialmente con su lema de “Estados Unidos primero”. Aunque Estados Unidos vivió una estabilidad económica en su primera parte de mandato, su gestión de la pandemia dio un fuerte revés con millones de desempleados y más de 24 millones de contagios que hoy tienen a su país como el más afectado a nivel global por el Covid-19.

“Hicimos lo que vinimos a hacer y mucho más (…) Asumí las batallas más duras, las peleas más duras, las decisiones más difíciles porque para eso me eligieron”, aseguró el magnate.

Trump se proclama como «el primer presidente en décadas que no ha comenzado nuevas guerras»

El mandatario republicano también exaltó su política militar en el extranjero. Desde su campaña electoral impulsó un retorno de las fuerzas armadas de su país y en los últimos días redujo a 2.500 las tropas en Irak y en Afganistán, el número más bajo de militares estadounidenses en cada país desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.

«Estoy especialmente orgulloso de ser el primer presidente en décadas que no ha comenzado nuevas guerras», resaltó.

Además, Trump destacó su política exterior en Medio Oriente. Pero bajo su Gobierno, Estados Unidos reconoció a Jerusalén como la capital de Israel, hecho que elevó las tensiones con los palestinos, que también reclaman a esta ciudad como propia, un punto sensible en las relaciones en esta región. La Administración Trump también medió en el acuerdo histórico con el que el Gobierno israelí normalizó relaciones diplomáticas con Bahrein y Emiratos Árabes Unidos.

“Revitalizamos nuestras alianzas y unimos a las naciones del mundo (…) Salgo de este majestuoso lugar con un corazón leal y alegre, un espíritu optimista y una confianza suprema de que para nuestro país y para nuestros niños lo mejor está por llegar”, agregó.

Trump, que se marcha en medio de una profunda polarización, se despidió, no sin antes sugerir su posible retorno a la escena política: “Ahora, mientras me preparo para entregar el poder a una nueva Administración al mediodía del miércoles, quiero que sepan que el movimiento que iniciamos apenas está comenzando”, concluyó.

Con información de Reuters y EFE