Una disputa entre el gobierno venezolano y la oposición sobre las pruebas de antígeno Covid-19 enviadas por la Organización Panamericana de la Salud amenaza con restringir también el acceso a las vacunas que tanto necesita el país devastado por la crisis.
Los términos de un trato poco común en junio pasado entre la administración del presidente Nicolás Maduro y el líder de la oposición Juan Guaidó para usar fondos extraterritoriales congelados por las sanciones estadounidenses para comprar pruebas de antígenos para distribuirlas ampliamente dentro de los hospitales venezolanos no se cumplieron, según personas con conocimiento directo del asunto.
A su llegada a Venezuela a fines de octubre , el gobierno tomó el control total de las pruebas y apenas las ha distribuido, dijeron las personas, contraviniendo tanto el acuerdo de oposición como las directrices de la OPS, el organismo regional de salud.
Desde que llegaron 340.000 pruebas de antígenos a Venezuela a finales de octubre, solo se han utilizado alrededor de 3.000, o alrededor del 1%, según la OPS.
A medida que Venezuela se queda atrás del mundo en comenzar a vacunar a sus trabajadores de la salud y los más frágiles, la OPS está negociando vías para obtener vacunas a través de un fondo, ya que ya pasó el plazo para acceder a las instalaciones de Covax de la Organización Mundial de la Salud , Ciro Ugarte, director de emergencias de la organización con sede en Washington, dijo en conferencia de prensa el 19 de enero. Pero el precedente con las pruebas y las deudas acumuladas con la OPS de alrededor de $ 11 millones hacen imposible esa opción en este momento, dijeron las personas.
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El Ministerio de Información de Venezuela no respondió a las solicitudes de comentarios.
Maduro, por su parte, puede no ver la necesidad de trabajar con la OPS o la OMS para obtener vacunas. Su gobierno anunció un acuerdo con el Instituto Gamaleya de Rusia para comprar unos 10 millones de inyecciones de Sputnik-V que se espera que lleguen en los primeros tres meses del año. Cuba, su aliado cercano, también realizará pruebas de su propia vacuna en Venezuela.
Con solo 121,691 casos y 1,122 muertes por coronavirus, Venezuela, un país de alrededor de 27 millones de personas, ha tenido la suerte de esquivar una mayor propagación debido a su relativo aislamiento y bloqueos impuestos por el gobierno o no está rastreando y reportando la enfermedad con precisión.
Al lado, en Colombia, con una población de 49 millones de personas, se han registrado casi 2 millones de casos con casi 50.000 muertes.
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Hasta el 7 de enero, solo se habían realizado alrededor de 485,000 pruebas de PCR desde que se informó el primer caso de coronavirus en marzo, según un documento del Ministerio de Salud visto por Bloomberg. Esa es una tasa de solo 17 pruebas por cada 1000 personas, una de las tasas de pruebas más bajas reportadas en América del Sur. Bolivia, también baja en la lista, ha realizado 37 pruebas por cada 1.000.
A pesar de las afirmaciones del gobierno de tener un programa de pruebas sólido, los informes oficiales y públicos muestran que enero está en camino de ser el mes más bajo de pruebas desde que se detectó el primer caso en marzo. Al mismo tiempo, los casos diarios están aumentando a los niveles más altos desde octubre.
Nicolle Yapur/ Bloomberg
