Cuando nos despedimos esta mediodía del programa “Unas son de Rojas y otras son de Arenas”. Francisco me dice con su humor de siempre que hoy es viernes y, me pregunta, si mi cuerpo lo sabía. Yo le respondía que mi cuerpo lo ignora.
Y es verdad, todos los días, lo he dicho antes, son exactamente iguales. Así que igual nos da que sea viernes o sábado o domingo.
Ahora antes de hacer esta pequeña reflexión escuche una nota en Instagram de Carla Angola, una periodista que en medio de esta enorme fractura que vive el país es insultada no por la gente que ella adversa sino por sectores de oposición que no se siente a gusto con las posiciones de ella y es que la gente le gusta que le digan lo que quieren oír.
Bueno, les confieso que veces a mi tan poco me gusta, pero en líneas generales no es solo una buena periodista sino que ha sido una de las más consecuentes.
Y ella decía algo así como que en las redes sociales se lee más que a menudo un mundo de quejas. Y razón no le falta.
Estas quejas materializan expresiones como: no se está haciendo nada, nada se ha hecho, no se hará nada. Guaidó es un fiasco. Todos los políticos son unos corruptos. Ramos Allup es un miserable corrupto junto con sus hijos. Menciono a estos dos dirigentes porque las encuestas revelan que son 70 % atacados en las redes en páginas firmadas por sectores de la oposición. Estos mismos sectores atacan al gobierno en un 30%.
Es bueno decirlo que estos mismos sectores son los que alimentaron expresiones de la anti política que colaboraron para que los que hoy gobiernan llegaron al poder y que ha costado mucho desalojarlos del mismo. Son los sectores que contribuyeron a desmoronar a los partidos políticos olvidando que sin estos, para bien o para mal, no hay democracia.
Pero miren que se si se ha hecho en estos dos últimos años, decía la periodista, y es verdad. Ella pone como ejemplo El Plan País y el brutal trabajo realizado por mas de 600 especialistas que esbozaron un proyecto para la reconstrucción del país y de su democracia, Otro hecho relevante resultó el trabajo descomunal que se ha hecho para que 60 países se hayan pronunciado a favor del interinato de Guaidó y de la AN legitima. Esto último los negacionistas de lo que ha realizado la oposición se lo adjudican exclusivamente a Donald Trump.
Por supuesto no voy a negarles que me deprime acceder a las redes sociales y a algunas páginas de opinión y leer lo que allí a diario se dice y se desdice de los actores de la oposición más significativos y a veces, solo a veces, llego a pensar que esta realidad es una verdadera maldición sin salida y es allí entonces, no se a cuantos les pasa, cuando el desastre chavista) se convierte y la vivo como una catástrofe íntima.
Pero entonces recuerdo una cita de un sociólogo ( Adam Pzeworski) que en algún tiempo leí mucho: “Todo el que haya vivido aquellos momentos en que una dictadura estaba a punto de caer y la democracia se convertía en una posibilidad real recordará la tensión casi constante, las esperanzas que repetidamente se alternaban con los temores, los estallidos de entusiasmo y el dolor de las derrotas. Cada paso parece frágil y sin embargo nada parece estar fuera de nuestro alcance. Pero cuando buscamos los puntos de inflexión, un determinado momento se presenta como un umbral, como una ruptura. En un momento, ya no existe la dictadura y la democracia ocupa su lugar”.
Ender Arenas