Nunca, en los largos lustros que llevamos aguantando a estos ñángaras trastocados en hampones, habíamos visto tantas cosas juntas en descrédito a los pillos. Pareciera mal de ojo, pero como son muchos y el espacio corto, nos referiremos solo a algunos.
1-La gasolina. Estamos cerca del episodio repetido de la escasez amortiguada por la pandemia. Se acaba de nuevo la gasolina. Los cuatro buques que vienen tienen orden de un tribunal gringo para decomisarles el combustible y nos imaginamos que el poder ejecutivo “se verá obligado” de llevarla a efecto. En cuanto a las refinerías hay que reconocer que han intentado operarlas, pero como todo proceso continuo, no es solo lograr que algunas plantas enciendan, sino que también centenares de actividades alrededor funcionen sin fallas que van desde suministrar servicios de vapor de alta presión, aire comprimido, agua y electricidad, hasta lograr tener el personal competente para las guardias. También se requiere disponer de capacidad de almacenamiento y distribución, fuerza de compra, equipos multidisciplinarios de mantenimiento, amplio soporte técnico, transporte, comida, comunicaciones y un larguísimo etc. En conclusión, póngan aire a las bicicletas, estiren las piernas o ensillen la bestia.
2-Encuesta Encovi. La tradicional encuesta mostró en números el horror que se observa en vivo. Somos el país con más miseria de América Latina. Ni un solo indicador muestra algo aceptable. Es como el mal estudiante que en su boletín de notas tiene todas las materias aplazadas y además todas con cero. Esos son los resultados de la revolución bonita y la razón de que esto es idiota e imposible que continúe. Revertir esto en medio de una situación interna y externa tan desfavorable es imposible.
3-La Unión Europea. Después de la pelada de bola de Maduro botando a la representante de la UE en Caracas y tener que tragarse sus palabras al poco tiempo, es notorio que las cosas están cambiando. Una declaración de la vicepresidenta del parlamento europeo deja en claro que no reconocen a Maduro ni a su gobierno y que no puede haber un gobierno de transición con él y solo reconocen a Guaidó. Amenazó con salir de los embajadores de Maduro en la UE. El círculo de presión sigue aumentando. Dicen que el bojote de representantes del régimen ya no duerme ante la posibilidad de tener que regresar a Caracas.
4-La declaración de Padrino. El tipo dijo que mientras el estuviese allí que se olvide la oposición de acceder al poder. En otras palabras, Padrino es el CNE y ya cantó los resultados. Esta barbaridad de malandro de barrio ha sido duramente criticada, pero para reafirmar que así será, Maduro lo ratificó como ministro de la Defensa. Lo más curioso es que el débil CNE, que hace poco se nombró a la machimberra, ni abrió la boca frente a una declaración que es el equivalente a orinarlos en la puerta.
5-Los Bernabés y los Britos. Para asegurarse que a ningún partido se le ocurra asistir al proceso electoral fraudulento que se prepara, inventaron que si alguien reclamaba la propiedad sobre un partido político el diligente TSJ se la daba. Algo así como si usted lleva 40 años en una casa como propietario y viene un tipo y dice que esa casa es de él y el tribunal le da la razón sin juicio ni un carajo. Ya llevan cuatro partidos importantes rebanados Copei, AD, PJ, VP. La trampa vulgar, el delito a la vista sin siquiera vergüenza de mostrarse. Habría que buscar a algún chavista arrepentido para que fuese al TSJ a reclamar la propiedad del PSUV, a ver que pasa.
Tenemos una lista de 19 entuertos más que les han pasado a los rojos por estos días y es algo que destaca por su volumen. Es muy probable que sea el resultado de la presión interna con problemas sin solución de todo tipo que calientan el ambiente y la buena presión internacional que llevan a todo el aparato de dirección de estos malandros a inventar y cometer error tras error.
Algunos pesimistas afirman, inexplicablemente, que esto va a parar siendo otra Cuba, pero la verdad que con tanta ebullición presente lo que se podría anticipar es que lo que estamos presenciando es la agonía del monstruo.
Huele a un desenlace cercano.
Eugenio Montoro